Las cenizas de Camilo Sesto descansan en un nicho de Alcoy, esperando a ser trasladadas a un mausoleo construido especialmente para él en el mismo cementerio. Sin embargo, han pasado cinco años de su muerte y aún sigue esperando.

La polémica está servida, pero no solo por el retraso de las obras, sino también por el diseño de lo que será su lugar de descanso. Formas geométricas, rodeado de un estanque con agua, con dos estructuras comunicadas y una puerta de metal con vegetación tallada.

El diseño está aprobado por la familia de Camilo Sesto, pero no convence demasiado a los fans, que aseguran que no representa al cantautor. «El diseño es un poco frío, sin sentimientos», ha asegurado Juan Carlos, uno de sus seguidores.

El descontento ha llegado a tal punto que se están recogiendo firmas. Los seguidores comparan el mausoleo con una «caseta de perro» y piden algo que esté a la altura de la grandeza de Camilo.

Sin embargo, Lourdes Ornelas ha querido dar su opinión: «Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido». La madre de Camilo Sesto quiere dejar descansar a su hijo en paz y ha preferido no pronunciarse hasta ahora, que pide respeto. ¿Conseguirá apaciguar la polémica?

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