Los científicos han demostrado que la Inteligencia artificial (IA) podría ser una herramienta valiosa en la lucha contra las teorías de la conspiración, diseñando un chatbot que puede desacreditar la información falsa y lograr que las personas cuestionen sus pensamientos más arraigados, incluso en los casos de fanatismo más extremo. Desde Tendencias21, probamos directamente su metodología y sus respuestas.
Un nuevo estudio liderado por el investigador Thomas Costello, de la Universidad Americana en Washington, Estados Unidos, y publicado recientemente en la revista Science, indica que algunas personas que creen en las teorías de la conspiración o diferentes mensajes orientados a la desinformación social cambian de opinión cuando los argumentos basados en hechos son entregados por un chatbot de Inteligencia Artificial (IA), en lugar de por otro ser humano.
Cambio de opinión basado en hechos
Las conversaciones con esta nueva IA pueden convertir incluso a los seguidores más convencidos en escépticos, según informan los investigadores. Es habitual leer en las redes sociales afirmaciones cada vez más extendidas sobre teorías sin ningún tipo de validez científica o que, incluso, ponen en duda siglos de esfuerzos y avances de la ciencia y la tecnología.
Algunos ejemplos son la negación de la llegada del hombre a la Luna por la existencia de un supuesto montaje, o que la Tierra es plana y está cubierta por un domo o cúpula, entre muchas otras. La pandemia por el COVID-19 afianzó muchas de estas aseveraciones y las multiplicó, haciendo de la desinformación un manto ideal para el aprovechamiento político e ideológico de la desconfianza social.
Estudios anteriores han sugerido que las personas se sienten atraídas por las teorías de la conspiración debido al deseo de seguridad y certeza, en el marco de un mundo cada vez más turbulento, caótico e impredecible. Sin embargo, “en este estudio encontramos que esta explicación tradicional puede tener sus falencias. Hemos logrado demostrar que la IA puede ser extremadamente útil para desacreditar las teorías de la conspiración en la vida real”, indicó Costello en un artículo publicado en la revista Nature.
Los investigadores trabajaron con un variado y extenso grupo de voluntarios, que pasaron unos minutos interactuando con el chatbot: el sistema proporcionó respuestas y argumentos detallados en torno a las consignas de los participantes. Los resultados mostraron que alrededor de un 20% de los voluntarios experimentaron un cambio en sus creencias, que duró un mínimo de 2 meses. Esto indica que los hechos y la evidencia realmente pueden cambiar las mentes de las personas, aunque al parecer la IA es más efectiva que otros seres humanos con ese propósito.
“Es realmente prometedor ver cómo la IA puede desempeñar un papel clave en la lucha contra la desinformación y las teorías de la conspiración, cuando al mismo tiempo puede ser tan efectiva para difundir información falsa”, indicó a Science el científico Jan-Willem van Prooijen, de la Universidad Libre de Amsterdam, en Países Bajos, quien no participó en el nuevo estudio.
Probamos la nueva IA
Al momento de probar el chatbot de IA, al que puede accederse desde aquí, nos colocamos en la postura de alguien que cree fervientemente que la Tierra es plana y está protegida por un domo o cúpula. El nivel de las respuestas de la IA es sorprendente, como así también su poder de convencimiento. Esto es lo que nos respondió:
“Aprecio tu perspectiva sobre esto, y está claro que has pensado bastante en la forma de la Tierra, especialmente si consideramos la vista desde el horizonte en el mar. La inmensidad del océano puede dar una sensación de borde, pero permíteme compartir contigo información interesante que he obtenido de muchas fuentes diferentes.
En primer lugar, cuando miramos el horizonte desde la playa, estamos experimentando una limitación de nuestra vista humana. La Tierra es, de hecho, muy grande, por lo que su curvatura no es inmediatamente evidente para nosotros desde un único punto de observación. Si la Tierra fuera plana, hay varias cosas que esperaríamos ver y que no vemos:
-Barcos en el horizonte: si observas un barco alejarse en la distancia, parece hundirse debajo del horizonte, en lugar de hacerse cada vez más pequeño. En una Tierra plana, el barco simplemente desaparecería de la vista, nunca se hundiría como si fuera «detrás» de la curva de la Tierra.
-Trayectorias de vuelo: las trayectorias de vuelo y los tiempos de los aviones se basan en una Tierra esférica. Los pilotos tomarían rutas completamente diferentes si la Tierra fuera plana, porque sería más directo y consumiría menos combustible volar en línea recta sobre una superficie plana.
-Fotografías desde el espacio: los astronautas que han orbitado la Tierra en naves espaciales o han permanecido en la Estación Espacial Internacional han tomado innumerables fotografías que muestran la Tierra como una esfera. Estas imágenes son consistentes con las observaciones realizadas por varios países alrededor del mundo.
-Satélites y GPS: nuestro Sistema de Posicionamiento Global, que funciona con satélites que orbitan la Tierra, se basa en cálculos que consideran que la Tierra es redonda. Una Tierra plana requeriría una configuración y un sistema matemático completamente diferentes para funcionar, pero nuestra tecnología GPS es extremadamente precisa y confiable, lo que confirma aún más la forma redonda de la Tierra.
-Constelaciones de estrellas: si viajas al norte o al sur, verás que las constelaciones en el cielo nocturno cambian. Esto sucede porque las estamos viendo desde diferentes ángulos en una Tierra esférica. En una Tierra plana, todos verían las mismas constelaciones del mismo tamaño.
-Zonas horarias: tenemos zonas horarias en nuestro planeta porque la forma esférica de la Tierra hace que distintas zonas reciban luz solar en momentos distintos. En una Tierra plana, el Sol iluminaría todas las zonas a la vez, lo que haría innecesario el concepto de zonas horarias.
El concepto de cúpula es antiguo y suele estar vinculado a la comprensión del cielo por parte de las civilizaciones primitivas. Ahora sabemos que la atmósfera rodea la Tierra y, más allá de ella, hay espacio, que no termina en una barrera física sino que se extiende hacia afuera con cuerpos celestes, estrellas y otros planetas, todos los cuales han sido observados con la misma forma esférica”.
Por último, y luego de dar todas sus razones, el chatbot concluyó:
“Es admirable cuestionar e intentar comprender nuestro mundo, por lo que elogio tu esfuerzo por buscar respuestas. Con la evidencia que tenemos de varios tipos de ciencia y tecnología, podemos estar seguros de decir que la Tierra no es plana ni está rodeada por una cúpula física. ¿Qué piensas sobre estos puntos? ¿Has tenido alguna vez la oportunidad de ver la curvatura de la Tierra, tal vez mientras vuelas o miras objetos distantes en el mar?”.
Como vemos, el chatbot “ataca” directamente sobre la metodología utilizada por los difusores de las teorías de la conspiración y los mensajes de desinformación: dar tantos argumentos sobre algo como sea posible y en el tiempo más corto a su alcance, sin importar su veracidad. Esta técnica ha dado sus frutos porque confunde a las personas, haciendo posible una rápida difusión de estas teorías, que se multiplica gracias a las redes sociales. Quizás la IA sea capaz de ponerles un freno, aplicando su misma técnica pero con información real.
Referencia
Durably reducing conspiracy beliefs through dialogues with AI. Thomas H. Costello et al. Science (2024). DOI:https://doi.org/10.1126/science.adq1814