Una empresa israelí desarrolla nanopartículas de cannabis para una administración más efectiva, alejando el uso terapéutico del hábito de fumar.

IMCI crea innovadoras nanopartículas de cannabis para mejorar la salud

El uso del cannabis con fines médicos ha dejado de ser un tema controversial, y su aceptación se extiende a países de todos los continentes, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Israel y Tailandia. Hoy, la industria del cannabis medicinal genera ingresos globales proyectados de 20 mil millones de dólares para 2024, cifra que podría alcanzar los 22 mil millones en cinco años.

A pesar del cambio de actitud hacia el uso del cannabis, el método predominante de administración sigue siendo fumar, lo cual resulta contraproducente desde el punto de vista de la salud. IMCI Pharmaceuticals, una empresa israelí especializada en investigación y desarrollo, decidió abordar esta problemática mediante la creación de nanopartículas de cannabis, optimizando así su administración.

El director ejecutivo de IMCI, Alon Hershkovitz, asegura que la absorción de cannabinoides es más efectiva en forma de nanopartículas, lo que permite reducir significativamente la dosis necesaria para obtener los mismos beneficios terapéuticos que los tratamientos actuales.

La innovadora plataforma iCann ofrece opciones para distintos tratamientos

IMCI utiliza un método patentado para convertir extractos de cannabis en nanopartículas. Estas se integran en tres productos diferentes bajo su plataforma iCann. Uno de ellos es una pastilla de acción rápida que se coloca debajo de la lengua y actúa en solo 5 a 10 minutos, con una duración de hasta dos horas y media.

El segundo producto es una tableta de larga duración que se adhiere al interior de la boca y, aunque tarda hasta 45 minutos en hacer efecto, sus beneficios pueden durar hasta ocho horas, ideal para pacientes que necesitan alivio durante la noche.

El tercer producto es una píldora que se traga, la cual actúa en unos 20 minutos y su efecto persiste durante cuatro horas. Estas terapias están diseñadas para tratar enfermedades crónicas y dolor, como colitis, Alzheimer y autismo.

IMCI planea llevar sus productos al mercado en menos de un año

IMCI utiliza principalmente THC como analgésico, aunque sus productos controlan la dosis para evitar los efectos intoxicantes asociados al uso recreativo del cannabis. La empresa tiene previsto ofrecer nanopartículas personalizables en farmacias, adaptadas a las dosis prescritas por los médicos.

Fundada en 2018, IMCI se originó a partir de experiencias personales de sus cofundadores con el uso del cannabis para aliviar el dolor en pacientes terminales. Desde entonces, la empresa ha avanzado en sus investigaciones con fondos propios y apoyo de la Autoridad de Innovación de Israel.

Actualmente, IMCI planea comenzar ensayos en humanos en el Centro Médico Hadassah de Jerusalén el próximo año. Aunque estos ensayos no son para obtener aprobación de la FDA, pretenden investigar más a fondo los efectos del cannabis en el cuerpo humano.

Desafíos y futuro de las terapias con cannabinoides en un contexto complejo

La empresa espera lanzar su primer producto al mercado en un plazo de nueve meses a un año. Además, predice que los otros productos de su plataforma le seguirán poco después, marcando un hito en la evolución del uso terapéutico del cannabis.

Hershkovitz confía en que las innovaciones israelíes serán bien recibidas en el ámbito médico global, pero reconoce que la actual guerra con Hamás en Gaza está afectando el panorama para la búsqueda de nuevas inversiones.

Con los ingredientes de sus productos ya aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), IMCI está a punto de cambiar la forma en que se administra el cannabis medicinal a nivel mundial.

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