Aguacates y mangos, entre otras frutas tropicales, son cada vez más populares en España y en Europa, y su consumo no para de crecer. El problema radica en que su cultivo, que requiere ingentes cantidades de agua (sobre todo el aguacate), está en plena expansión en zonas de España gravemente afectadas por la sequía. Producir un solo aguacate requiere entre 100 y 350 litros de agua (según el terreno), lo que supera ampliamente los requerimientos de las frutas autóctonas. En estas condiciones, el debate sobre la viabilidad de estos cultivos está sobre la mesa.
Ecologistas en Acción ha tildado de «insostenible» el cultivo de frutas tropicales como aguacates o mangos en Andalucía y ha asegurado que conduce al colapso hídrico, ya que no hay agua suficiente para abastecerlos y garantizar, además, el abastecimiento humano.
«El panorama actual es insostenible desde el punto de vista hídrico. Se tiene que detener el expansionismo del regadío«, ha subrayado el biólogo y presidente de GENA-Ecologistas en Acción, Rafael Yus, en una rueda de prensa para presentar el último capítulo del estudio ‘El verdadero precio de los alimentos. La cara oculta de la agroindustria en la península ibérica’.
Según este informe, el modelo agrario «hiperintensivo» de aguacate que se ha instalado durante los últimos 15 años en Málaga y Granada tiene repercusiones socioambientales «muy negativas», como el agotamiento de los recursos hídricos y la degradación de los suelos.
Precipitaciones muy escasas y plantaciones ilegales
Los ecologistas destacan en su informe que la costa granadina y malagueña no tienen propiamente un clima tropical, ya que, aunque las temperaturas suelen mantenerse estables y no son frecuentes las heladas, las precipitaciones son muy inferiores a los que imperan en las regiones puramente tropicales.
Afirman que se necesitan 350,50 litros de agua de riego para producir un aguacate con un peso medio de 350 gramos, lo que evidencia que las reducidas lluvias en Andalucía no se ajustan a las necesidades de riego de los cultivos subtropicales.
De hecho, afirman que el agotamiento de los recursos hídricos ya está afectando al suministro público de agua a la población local, que en el verano de 2023 llegó a sufrir cortes de hasta 12 horas.
Además, los ecologistas estiman que entre el 30% y el 40% de la superficie total de regadío que había en 2017 en la comarca de la Axarquía (12.989 hectáreas) eran plantaciones ilegales.
A pesar de ello, señalan que la superficie ha seguido creciendo incluso en plena sequía, de modo que la superficie de riego -legal e ilegal- ronda actualmente las 15.000 hectáreas y la superficie de las plantaciones de aguacates ha aumentado un 30 % en España desde 2018, según los datos recogidos en el informe.
En expansión hacia Cádiz
El activista de Ecologistas en Acción Juan Corrales ha alertado también durante la rueda de prensa de que los cultivos de tropicales se están expandiendo hacia la provincia de Cádiz y al Campo de Gibraltar, donde cada vez hay más plantaciones de aguacates en zonas de secano.
«No podemos consentir que se sigan produciendo estas conversiones, porque abastecemos de agua a Cádiz y a la Costa del Sol y vamos al colapso hídrico. A ver lo que nos dura el agua«, ha lamentado Corrales, quien ha denunciado además que hay más de 1.000 pozos ilegales en la zona del Campo de Gibraltar.
A la luz de los datos obtenidos en el informe, los ecologistas tildan de «imprescindible» transformar el actual modelo agroalimentario global por uno más «sano», «justo», «sostenible» y «local».
Para ello, piden que «de manera inmediata» se eliminen los regadíos ilegales y proponen, además, diversificar los cultivos, potenciar en estos lugares las plantaciones propias de la zona (de secano), mejorar la eficiencia del riego mediante técnicas como el riego subterráneo, utilizar variedades con una demanda baja de agua, forestar los taludes de los cultivos con arbustos autóctonos y asegurar el caudal ecológico que corresponde a los ríos.
España produce 106.000 toneladas de aguacate
Según los datos de la patronal del sector, España produce actualmente unas 106.000 toneladas de aguacate y casi 40.000 de mango, principalmente en Andalucía, concretamente en la costa tropical de Granada y la comarca malagueña de La Axarquía, donde 12.000 familias viven de estos cultivos. En los últimos años, el sector del aguacate ha protagonizado también una importante expansión en las provincias de Cádiz y Huelva y en la Comunidad Valenciana, donde ya se cultivan 3.100 hectáreas.
Según datos de la Junta de Andalucía correspondientes a 2022, la superficie cultivada de aguacate en Málaga ha alcanzado las 7.830 hectáreas; en Granada, 2.820; en Cádiz, 1.870, y en Huelva, 1.800. Las Islas Canarias tienen por su parte una producción consolidada, destinada en su mayoría al consumo local.
Las empresas apuestan por la desalación
Empresarios del sector defienden la sostenibilidad del cultivo del aguacate en España. Uno de los líderes en este mercado, Trops, apuesta por la desalación de agua de mar como método para obtener este recurso. En declaraciones a La Opinión de Málaga, del grupo Prensa Ibérica, el director general de esta empresa, Víctor Luque, y otros responsables de la misma afirmaban recientemente que la solución pasa, a medio plazo, por “construir desaladoras y, simplemente, aprender a controlar el agua y la energía como lo ha hecho Israel”, país que ha minimizado el gasto hídrico en cultivos ubicados en ambientes similares.
Mientras tanto, apuestan por establecer mejores sistemas de goteo para reducir el caudal necesario para regar estos árboles.
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