Cinco hombres y un destino. Pablo Motos, David Broncano, Carlos Latre, Wyoming y Carlos Sobera tienen una misión: conquistar el prime time de una televisión cada vez más fragmentada e individualista. Sin embargo, no todos parten de la misma posición. Mientras que El Hormiguero y El Intermedio llevan 18 años asentados, First Dates saca músculo frente a unos Telecinco y RTVE que buscan resucitar una franja maldita. De ahí que sus grandes apuestas de la temporada estén orientadas a ello: Babylon Show y La Revuelta pelearán desde el 9 de septiembre por hacerse un hueco en la parrilla. ¿Y liderarla? Los expertos lo niegan. E incluso auguran batacazos.
“Se trata de propuestas similares, por lo que deberían diferenciarse para ganar adeptos. Broncano, por ejemplo, habla la lengua de las nuevas generaciones, así que puede atraer a una masa joven que habitualmente no sigue a Motos. Quizá, por ello, éste ha fichado a Plex, uno de los streamers más poderosos. Latre, por su parte, se queda fuera del juego. Revivir Crónicas marcianas con el sustento del humor no le está funcionando”, asegura Borja Terán, especialista de 20 minutos. A la espera de conocer los datos del debut de La Revuelta, la realidad es clara: El Hormiguero, que regresó el pasado lunes, arrasó con el 21% en su primer episodio. El resto apenas se acerca.
Si comparamos esta cifra con la obtenida por los demás formatos aquella noche, la distancia es casi insalvable: Babylon Show bajó al 6,1%, First Dates llegó el 8,8% y El Intermedio logró un 7,6%. “Hay que ver cómo se organiza La Revuelta en el ente público, que no ha tenido un proyecto de largo recorrido desde hace tiempo. Ha sufrido gran inestabilidad en su programación y, si nos fijamos, la televisión de 2024 es paciencia. Broncano la necesita. No basta con llegar, hay que permanecer, aguantar, resistir… Sobre todo en una cadena generalista, donde la audiencia real cuenta más que en una plataforma”, añade Terán.
Heredero de La Resistencia que Movistar Plus+ convirtió en una seña de identidad, ahora el reto pasa por hacerlo masivo. Pues, a pesar del impacto que generaba el espacio, estrenado en 2018, los resultados eran escuetos: su hornada más vista congregó a 53.000 espectadores de media. No obstante, su éxito se gestó a través de las redes sociales. Y, por supuesto, gracias a un plantel de colaboradores mediatiquísimo: Pantomima Full, Berto Romero, Candela Peña, Inés Hernand, Ignatius Farray… Algunos de los cuales continuarán, junto a Ricardo Castella, Jorge Ponce y Marcos Martínez, en esta nueva etapa.
Su fichaje respondió al interés que José Pablo López, director de Contenidos Generales hasta el 26 de marzo, tenía por hacer de RTVE un canal competitivo. “Cómo no va a ser fácil estar en mi piel. Soy joven y dinámico. Trabajo en un sitio donde me lo paso bien, voy andando desde mi casa. No tengo problemas financieros, soy un privilegiado”, aseguró Broncano en el Festival de Vitoria. En total, serán dos temporadas por 28 millones de euros. Prorrogables, eso sí, según la huella que deje: “El programa marcha increíble. Cada vez nos gusta más hacerlo. Nuestra idea es que se parezca lo máximo posible porque está de puta madre”.
La 1 se rearma
Sus rivales serán El Hormiguero y Babylon Show. El primero se lanzó el 24 de septiembre de 2006 en Cuatro, donde permaneció hasta 2011, cuando Antena 3 adquirió los derechos. En total, lleva 19 cursos reinando de lunes a jueves gracias a invitados de alto voltaje como Will Smith, Pedro Sánchez, Paulina Rubio, Hugh Jackman, Elsa Pataky e Isabel Pantoja, que le dio su pico con 4.783.000 telespectadores. El segundo, en cambio, se presentó el pasado 26 de agosto sin demasiado eco. En su bando se encuentran Esperanza Gracia, Javier Sardà, Marta Torné, Paula Púa, Josie y Yolanda Ramos.
“La Revuelta está llamada a ser una alternativa en el modelo lineal. Y, dentro de esta misión, Broncano se mueve en terreno pedregoso: debe ser transgresor dentro de los estándares de una televisión pública. Desbancar a El Hormiguero no es algo factible a corto plazo. Ahora, su prioridad debería ser hacer una audiencia aceptable para continuar”, mantiene Merce Moreno, periodista de El Español. Para ello, deberán armar un programa a la altura de su predecesor, creativo y desconcertante, que les permita aportar socialmente un punto de vista distinto. Un aspecto interesante tratándose de la corporación.
Buscar la viralidad
La viralidad es otro de sus fuertes. Su equipo ha demostrado la habilidad para generar titulares en los medios de comunicación, una ventaja que los adversarios no han sabido aprovechar con la misma intensidad. Y, cuando lo han conseguido, como en el caso de Motos, ha sido por polémicas de cariz político. “La oferta de Latre es la más caótica. Y eso puede jugar en su contra, pues la gente no quiere ver esto cuando se sienta en el sofá a descansar. Es el que más complicado lo tiene, pero sin calma por parte de Telecinco no habrá manera de remontar. Sabían que sería una lucha complicada”, sostiene Natalia Marcos, redactora de El País.
Tras su remodelación, con la súbita cancelación de Sálvame y la recuperación a la desesperada de Gran Hermano, la cadena principal de Mediaset lleva estancada en un 8% de share diario. Un número muy alejado de aquellos años en los que mediaba un 22%: “Es comprensible que busque una cuota de pantalla elevada para asegurarse los anunciantes. Por su parte, la prioridad de La 1 es mejorar su imagen anquilosada y quitarse polvo”. Un proceso iniciado en 2017 con Operación Triunfo, que desencadenó una estrategia transmedia para captar nuevos públicos.
Distintos objetivos
Una de las virtudes de El Hormiguero es haber sentado costumbre, un punto clave que la competencia aún no ha alcanzado. Así lo destaca Esther Mucientes, crítica de El Mundo: “Lo han logrado gracias a una estructura bien definida. Y, en especial, por las temáticas que aporta cada miembro. Su objetivo, por tanto, es mantener el liderazgo y, si puede ser, siendo más espectacular. En cualquier caso, que hayan visto las orejas al lobo es bueno, ya que les animará a innovar. Dinero tienen para hacerlo”. Lo que deja a La Revuelta en otro nivel: “Intentarán vender las visualizaciones que han tenido por RTVE Play y su repercusión digital”.
Babylon Show, para la experta, es el que peor parado saldría. Tal vez por no haber marcado las distancias suficientes: “No tengo claro por qué Telecinco ha entrado en esta batalla y por qué con un formato similar. A día de hoy, no cumple y no sé qué pretenden”. Por lo que guerra, ojo, salvo sorpresa, no habrá. En todo caso, tocará dilucidar el segundo y el tercer puesto. Aunque, para ello, habrá que esperar a que se asienten todas las propuestas. O sobrevivan, ya saben: Mediaset tiene la mecha corta recientemente. Una última apreciación: “Si yo tuviera un representado, querría llevarle al que mayor tirón tenga. Es tan sencillo como eso”.