Cuando lo habitual es el cierre de residencias religiosas por falta de relevo generacional de sus componentes, la apertura de un nuevo convento y la incorporación a la diócesis de una congregación extranjera se convierte en todo un acontecimiento. Esta noche ha quedado constituido en Petra el convento de las Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Refugio, con un ceremonial presidido por el obispo Sebastià Taltavull y que también ha contado con una misa de acción de gracias, la bendición de las instalaciones y la firma del correspondiente convenio con las superioras de las nuevas moradoras. Las tres monjas destinadas a Petra ocuparán parte de la amplia rectoría deshabitada por el clero diocesano desde que los Franciscanos Menores se hicieron cargo de la parroquia de Sant Pere.
Las Franciscanas del Refugio constituyen un instituto religioso de vida activa que diversifica su labor en cinco áreas, la promoción de la mujer, la pastoral en misiones y parroquias, la presencia en centros de salud y dispensarios al igual que centros académicos de distinto nivel y, por último, la gestión de casas de ancianos. Fundadas en Jalisco, México, en 1897, sus componentes trabajan mayoritariamente en este país, pero también están establecidas en Perú, Estados Unidos, Italia e Indonesia. El obispado de Mallorca ha informado que las tres religiosas que vivirán en Petra servirán por igual a las parroquias de Manacor y al santuario de Bonany.
Los actos de constitución del nuevo convento han tenido un marcado tono festivo y de excepcionalidad. En ellos han estado presentes la superiora general de las Franciscanas del Refugio, Josefina Elva del Real, y la superiora provincial, María Natividad Grajales. También se ha contado con la participación del delegado diocesano de Vida Consagrada, representantes de Manacor y miembros de otras congregaciones franciscanas de Mallorca como la TOR y las Franciscanas Hijas de la Misericordia. Esta es la última congregación femenina que había tenido presencia en Petra, en lo que hoy es el centro de día. Al final de los actos ha habido un refrigerio popular con aportaciones realizadas por vecinos y feligreses de la parroquia.
La consolidación del nuevo convento, que en todo momento ha contado con la mediación de los franciscanos mexicanos del convento de Sant Bernardí, ha sido un proceso largo y laborioso que ha superado todos los plazos previstos. De hecho, DIARIO de MALLORCA ya adelantó la confirmación de la fundación el 9 de febrero del año pasado y las religiosas realizaron una primera visita a Petra un mes después, el 6 de marzo, para conocer su nueva morada y establecer contactos personales con la diócesis. La rectoría de Petra ha sido objeto de un proceso de transformación interior mínimo para albergar a las monjas. Su ala izquierda seguirá destinada a despacho y actividades parroquiales.