Los devastadores incendios forestales que arrasaron Canadá en 2023, alimentados por las condiciones más cálidas y secas registradas en las últimas décadas, liberaron alrededor de 640 millones de toneladas métricas de carbono. Esa cifra es comparable en magnitud a las emisiones anuales de combustibles fósiles de una gran nación industrializada, como Rusia o Japón, según han descubierto científicos de la NASA en el transcurso de una investigación para comprender nuestro planeta cambiante.
Los investigadores usaron observaciones satelitales y computación avanzada para cuantificar las emisiones de carbono generadas por los incendios, que quemaron un área aproximadamente del doble que toda Andalucía entre mayo y septiembre de 2023. El estudio, publicado en la revista Nature, fue dirigido por científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
De este modo, descubrieron que los incendios canadienses liberaron más carbono en solo cinco meses que lo que Rusia o Japón emitieron por la quema de combustibles fósiles en todo 2022 (alrededor de 480 millones y 291 millones de toneladas métricas, respectivamente).
Distinción importante
Si bien el dióxido de carbono (CO2) emitido por los incendios forestales y la combustión de combustibles fósiles causa un calentamiento adicional de inmediato, existe una distinción importante, señalaron los científicos. A medida que el bosque vuelve a crecer, la cantidad de carbono emitida por los incendios será reabsorbida por los ecosistemas de la Tierra. En cambio, el CO2 emitido por la quema de combustibles fósiles no se compensa fácilmente mediante ningún proceso natural.
Un instrumento de la ESA diseñado para medir la contaminación del aire observó las columnas de fuego sobre Canadá. El Instrumento de Monitoreo Troposférico, o TROPOMI, va a bordo del satélite Sentinel 5P, que orbita la Tierra desde 2017. TROPOMI tiene cuatro espectrómetros que miden y mapean los gases y las partículas finas (aerosoles) de la atmósfera.
Sequía prolongada
«Lo que descubrimos fue que las emisiones de los incendios fueron mayores que cualquier otra cosa registrada en Canadá», dijo en un comunicado Brendan Byrne, científico del JPL y autor principal del nuevo estudio. «Queríamos entender por qué».
En realidad, recuerdan los científicos, los incendios forestales son esenciales para la salud de los bosques, ya que despejan la maleza y abren paso a la nueva vida vegetal. Sin embargo, en las últimas décadas, la cantidad, la gravedad y la extensión de los incendios forestales han aumentado drásticamente, según el Departamento de Agricultura de los EE.UU.
Entre los factores que contribuyen a esta situación se incluyen la sequía prolongada, las estrategias de gestión de incendios anteriores, las especies invasoras y la expansión de comunidades residenciales en áreas boscosas.
Para explicar por qué la temporada de incendios de Canadá fue tan intensa en 2023, los autores del estudio afirman que sus bosques tenían la condición de “un polvorín”. Los datos climáticos evidencian que fue la temporada de incendios más cálida y seca desde al menos 1980. Las temperaturas en la parte noroeste del país, donde se produjo el 61% de las emisiones por incendios, fueron más de 2,6 grados Celsius superiores a la media desde mayo hasta septiembre. Las precipitaciones también fueron más de 8 centímetros inferiores a la media durante gran parte del año.
El 5% de los bosques canadienses
Impulsados en gran parte por estas condiciones, muchos de los incendios crecieron hasta alcanzar tamaños enormes. Los siniestros también fueron inusualmente generalizados, carbonizando unos 18 millones de hectáreas de bosque desde Columbia Británica en el oeste hasta Quebec y las provincias atlánticas en el este. La superficie de tierra que se quemó fue más de ocho veces el promedio de 40 años y representó el 5% de los bosques canadienses.
En solo cinco meses se quemó el 5% de todos los bosques canadienses
«Algunos modelos climáticos pronostican que las temperaturas que experimentamos el año pasado se convertirán en la norma en la década de 2050», dijo Byrne. «El calentamiento, junto con la falta de humedad, desencadenará seguramente nuevos incendios en el futuro».
Podrían afectar el clima global
De hecho, si eventos como los incendios forestales canadienses de 2023 se vuelven más habituales, podrían afectar el clima global. Esto se debe a que los vastos bosques de Canadá constituyen uno de los sumideros de carbono más importantes del planeta, lo que significa que absorben más CO2 de la atmósfera del que liberan.
Los científicos afirman que aún está por ver si los bosques canadienses seguirán absorbiendo carbono a un ritmo rápido o si el aumento de la actividad de los incendios podría anular parte de esa absorción, disminuyendo así la capacidad de los bosques para prevenir el calentamiento climático.
Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41586-024-07878-z
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