El departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gandia, que dirige la concejala Alícia Izquierdo, ha hecho historia al culminar el proceso de la primera licitación de un servicio público municipal reservado a entidades sociales que trabajan por la inclusión de personas con diversidad funcional.
En este caso Gandia ha sido el municipio pionero al entregar un contrato para la limpieza y mantenimiento del que es uno de los mayores parques públicos de la ciudad, el de Sant Pere, así como las áreas forestales periurbanas que rodean los distritos de Beniopa y de Santa Anna.
La ganadora de este concurso ha sido una entidad social muy querida y arraigada en Gandia, la Fundació Espurna, que también es pionera en esa labor de integrar en el mundo laboral a personas con discapacidad intelectual. El contrato se eleva a un total de 425.000 euros y tiene una duración de cuatro años prorrogable por otro más. Un encargado y tres peones forman el grupo que, desde el próximo 1 de noviembre, tendrá la responsabilidad de mantener en buen estado esos tres espacios verdes públicos.
La concejala Izquierdo no solo ha mostrado su satisfacción por este hecho, sino que, al anunciar el contrato con la Fundació Espurna, se dirigió al resto de ayuntamientos valencianos para que hagan lo mismo y contribuyan a que personas que ahora viven excluidas puedan integrarse en el mundo laboral y, consiguientemente, sentirse útiles en la sociedad.
Izquierdo anunció el contrato junto a la directora de la Fundació Espurna, Charo García, y del director del Centro Especial de Trabajo de esa entidad, Álex Sirerol. «Muy pocos ayuntamientos se han atrevido a activar estos contratos novedosos», indica quien es la primera teniente de alcalde de Gandia mientras se congratula de que la beneficiaria sea la Fundació Espurna, «una entidad que nació en 1996 dedicada a la atención integral de personas con discapacidad intelectual convertida en todo un en lo referente al País Valenciano».
El parque de Sant Pere o de l’Alqueria Nova, uno de los mayores de Gandia, que gestionará la Fundació Espurna. / Levante-EMV
Desde hace unos años la ley permite a los ayuntamientos, y otras administraciones, a restringir determinados contratos para que sean ejercidos por personas con diversidades funcionales, lo que facilita su inclusión en el mundo laboral y, como se ha demostrado en muchos casos, que del sector público pasen al sector privado una vez se comprueba que pueden realizar determinadas funciones con toda diligencia.
La Fundació Espurna de Gandia es uno de los mejores ejemplos de ello en España. Noventa personas trabajan en esta ciudad y otros municipios gracias a su formación y al asesoramiento de los encargados que colaboran con ellos, gestionando un restaurante en la playa y, desde hace poco, un lavadero de coches ecológico en el distrito del Raval, donde tiene su sede, sus talleres y sus aulas de formación. Fruto de ello, más de cuarenta usuarios y usuarias ya trabajan en empresas privadas.
«Felicitamos al ayuntamiento de Gandia por atreverse», señala Charo García, quien, además de pedir comprensión para que con el tiempo se puedan corregir los errores que se cometan, también llama al resto de ayuntamientos y otras administraciones a que «este sea el primer paso» de otras acciones que permitan a personas con diversidad funcionar trabajar, sentirse útiles y poder realizarse.