Tienen nombres tan altisonantes como Perlette, Flame Sedless, Royal Queen o Napoleón. Las uvas de mesa, como las que se destinan a la producción de vinos y cavas, forman un universo rico y variado. España es una gran productora mundial, aunque la competencia de países próximos (Italia y Francia) y más lejanos (Chile y Sudáfrica) es cada vez más feroz. Las hay blancas, rosadas y negras, las hay también con y sin semillas, las hay que crecen en parras y las que se cultivan en vides… La oferta es tan amplia que resulta difícil elegir.

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