Coches aparcados de cualquier manera. Un autobús de línea regular con dificultades para circular. Vehículos atravesados en la vía. Caos total. Ése es el panorama que experimentan los conductores que se acercan hasta el mirador des Colomer, en Formentor, una jornada cualquiera de este mes de agosto, en un ejemplo más del fenómeno de la saturación turística.

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