El activismo climático de la llamada ‘Letzte Generation -Última Generación’- irrumpió este jueves 15 de agosto en varios aeropuertos alemanes, entre ellos el de Berlín y el de Bonn/Colonia, además de Núremberg y Stutgart. Además de afectar a la actividad áerea y derivar en cancelaciones en las primeras horas de la mañana, la campaña sacó de nuevo a la luz la vulnerabilidad de esas infraestructuras esenciales. El 15 de agosto no es en Alemania una jornada „clásica“ de relevo veraniego en todo el país, ya que las vacaciones escolares se escalonan para evitar precisamente parones a escala nacional. Pero sí causa alerta en unas semanas que gran movilidad turística.