Este martes se cumplen 88 años del asesinato a Josep Suñol y Garriga, expresidente del FC Barcelona entre 1935 y 1936. Suñol fue asesinado por el ejército fascista en la sierra de Guadarrama y fue el impulsor de la divisa «Deporte y ciudadanía». El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, lo recordó a través de sus redes sociales en memoria a quien fuera exdirigente del club «Sus valores todavía hoy están muy presentes en la vida del Club», escribía Laporta.
El 22º Presidente del Barça
La década de los treinta estuvo marcada por una inestabilidad política y una crisis general que inevitablemente afectó el FC Barcelona. En estos diez años se vivió la muerte del fundador, una República, la Guerra Civil y el asesinato del presidente Josep Suñol. En definitiva, un clima de precariedad que redujo el número de socios y obligó a rescindir los contratos de algunos jugadores.
Josep Suñol pasó a la historia del Barça como el presidente mártir debido a su trágica muerte, cuando ejercía el cargo, a los primeros días de la Guerra Civil, fusilado por el ejército franquista en verano de 1936. Fue un hombre con una gran personalidad y muy respetado por toda la afición blaugrana.
El 27 de julio de 1935 fue elegido presidente del FC Barcelona por aclamación. Los socios confiaron en él para que acabara de enderezar la situación financiera del Club, tarea que había comenzado su antecesor, Esteve Sala, el cual, ahora como tesorero, y junto con el contable Francesc Xavier Casals, ayudaron Suñol a cerrar la temporada con un superávit considerable. Además, en el ámbito deportivo el equipo se proclamó campeón de Catalunya y llegó a la famosa final de Copa de 1936, en que el entonces portero del Real Madrid, Ricardo Zamora, dio el título a su equipo con una actuación memorable.
Gran conmoción en Barcelona
La brillante trayectoria de Josep Suñol, sin embargo, se vio fatalmente truncada el 6 de agosto de 1936 cuando, debido a sus actividades políticas, el presidente azulgrana visitaba las tropas republicanas cerca de Madrid. Sin darse cuenta, su coche entró en una zona controlada por el ejército franquista en la Sierra de Guadarrama. Suñol fue identificado y detenido, y sin juicio previo, él y sus acompañantes fueron fusilados allí mismo.
Su muerte, que no se conoció en Barcelona hasta una semana después, causó una gran conmoción en todos los ámbitos de la sociedad. Como homenaje póstumo, entre el 16 de noviembre de 1937 y el 17 de enero de 1939 la Junta Directiva barcelonista decidió considerar Josep Suñol presidente ausente del FC Barcelona.