La verdad es que, aunque la cosa tiene un cierto toque nacional-cañí, las noticias referidas a las clarisas de Belorado me generan una sensación de ternura que no sé si está justificada. Pero, al mismo tiempo, me provocan una envidia espantosa .¿Que no les gusta lo que les ha ordenado el Obispo? Pues lo ponen de patitas en el claustro y buscan otro… ¿Que lo que dice el nuevo tampoco les convence?… Pues la superiora envía un mail a Amazon y en veinticuatro horas reciben otro en el convento, bien envueltín para que llegue en condiciones de poder impartir bendiciones apenas lo saquen del embalaje…

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