Ayer Mallorca fue un poco más de los mallorquines. Desde el parque de las Estacions hasta el Born riadas de manifestantes mostraban sus pancartas y cantaban contra la saturación turística con el sonido de las xeremies de fondo. «Es un buen día para sacarlas. Es un símbolo de mallorquinidad», expresa el conocido xeremier Pep Toni Rubio, tamborino en mano. De la espalda de Alfons Vera, al lado de Rubio, cuelga una xeremia. Durante todo el recorrido encabezaron la manifestación hasta llegar al punto final.

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