“Cambiemos el rumbo, pongamos límites al turismo”. Bajo este lema ha transcurrido una multitudinaria manifestación en el centro de Palma en protesta contra la saturación turística. Organizada por la plataforma ‘Menys Turisme més vida’, la protesta reclama un «cambio de modelo turístico» que tenga en cuenta a los residentes. La manifestación ha contado con el apoyo a la organización de más de cien entidades, se ha iniciado en la plaza de España y ha concluido en la plaza de la Reina. La delegación del Gobierno estima en diez mil los participantes, mientras que la organización eleva la cifra hasta los 50.000.
La manifestación se ha llenado de carteles originales y performances que ironizan con la situación de saturación en Mallorca. Los manifestantes han sido de lo más creativos. Docenas de pancartas y carteles han llenado la protesta. Muchos han destacado por su originalidad e ingenio, como los de ‘Enjoy balconing’ (disfrutad el balconing) o una enorme ‘casa del futuro’ hecha de cartón que ‘se vende’ por 20.000 euros. Se ha podido ver incluso una performance en contra de los jets privados, con un avión hecho a mano, y un crucero también artesanal.
A lo largo de la manifestación se han coreado proclamas como «No hay agua para tanto turismo», «El agua para los pagesos, no para los campos de golf», o «No es turismofobia, es lucha de clases». La protesta se ha iniciado un poco más tarde de las 19 horas, con miles de personas gritando consignas y haciendo sonar silbatos. Muchos de los participantes han llegado a Palma en tren desde los pueblos, también algunos grupos se han organizado para ir en autocares.
En el paseo del Born, todos los restaurantes han retirado las terrazas pese a ser una jornada de julio a pleno sol del día. Allí se ha leído el manifiesto, a cargo de Júlia Mérida y el grupo Pitxorines. La protesta ha tenido amplia cobertura de la prensa internacional, que ha entrevistado a manifestantes para conocer sus reivindicaciones. Los medios alemanes han seguido la protesta muy de cerca.
En cuanto a los turistas, se ha podido ver a algunos de ellos impresionados a lo largo del recorrido. Hacían fotos y vídeos de la protesta y en algunos casos preguntaban por el significado de los carteles. Muchos de ellos incluso han animado la manifestación con silbidos y aplausos, mientras que otros se han mostrado claramente incómodos. Algunos visitantes de hecho han expresado sus quejas a los manifestantes: «¿De qué os quejáis? Sin turismo os moriríais de hambre».
En la plaza de Cort y la plaza Mayor, la Policía local ha ‘protegido’ las terrazas de los bares y restaurantes con cinta de precinto para separar a los manifestantes de los turistas que estaban sentados.
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«Hemos hecho historia para poner límites al turismo». Así comenzaba el manifiesto de la protesta que ha leído la influencer mallorquina Júlia Mérida y las jóvenes del grupo musical Ses Pitxorines ante miles de personas en el Borne al finalizar la movilización.
Han denunciado «el alto consumo de agua del turismo» y la «contaminación que genera», además de «fomentar la precarización de los jóvenes» y «atacar al sector primario».
«Basta de ampliar carreteras, desaladoras, puerto y aeropuerto. Hay que reducir el número de vuelos, limitar los cruceros, prohibir los jets privados, limitar las embarcaciones privadas y las hamacas», han reclamado.
Los organizadores de la manifestación calculan unos 50.000 asistentes a la protesta, aproximadamente: «Ha sido un verdadero tsunami, estamos orgullosos del cambio que estamos provocando», han asegurado ante miles de personas en el Borne.
Se muestran muy descontentos con la única cifra que ha proporcionado la Policía Nacional: «Es una vergüenza que Delegación de Gobierno diga que somos 10.000, cuando todavía hay personas en la calle San Miguel».
Agentes de la Policía Nacional han precintado las terrazas de turistas en la plaza de Cort y están vigilando para evitar que los manifestantes les molesten.
El gesto ha indignado a algunos participantes de la protesta, que ha transcurrido sin incidentes significativos.
No todo ha sido positivo en la manifestación. En la calle San Miguel se han podido escuchar quejas porque no se ha retirado ni una sola jardinera pese a la multitudinaria convocatoria. Los participantes se han visto obligados a sortearlas como han podido.
La cabecera y los primeros manifestantes han llegado al punto final del itinerario pasadas las ocho entre gritos y aplausos por el éxito de la convocatoria. En varios puntos del recorrido se han llegado a encontrar los participantes del final con los del principio.
En el paseo del Borne, con miles de manifestantes, hay un ambientazo. Ponen canciones como ‘Vacasiones a Mallorca’ de Ossifar, un tema del histórico grupo mallorquín que protesta contra el turismo. Los participantes saltan y bailan al ritmo de la música, las ‘xeremies’ y los silbatos.