La calle Baltasar Carrasco ha vivido el arranque del desfile, en el que las once filaes de la cruz fueron las protagonistas. Las carrozas, las bandas, los caballos y sobre todo los festeros se concentraban y preparaban para disfrutar de un multitudinario desfile.
Los primeros en aparecer fueron los Cides , que este año están de 50 aniversario, el Capitán Cristiano, Antonio Sánchez Ródenas, exhibió un espectacular boato en el que participaron una decena de bandas de música.
Durante todo el desfile, que recorrió el itinerario habitual, por Baltasar Carrasco, Poeta Garcilaso, Soto Ameno, General Mancha y Pintor Gisbert, los cabos, que encabezaban las filaes, recibían el favor del público que se entregó con ilusión y se agolpó en las calles para ver la gran entrada.
Alferecía
Tras los Cides llegó el turno de los Caballeros Hospitalarios, seguidos de los Lucentinos, Aragoneses, Templarios, Cruzados, Cántabros, Leoneses, Almogávares, Caballeros de Montesa y, por último, los Navarros. Esta última filà, con un papel destacado al ostentar la Alferecía Cristiana, que cuenta este año, por primera vez en las Fiestas de Moros y Cristianos de San Bas, con una mujer desempeñando un cargo tan importante y significativo.
Ella es Ana Loreto Cegarra Maciá, quien, subida a su carroza y escoltada por seis guerreras, lució un espectacular traje color mostaza con detalles plateados y rojos. Con esta imponente imagen, Ana Loreto ya ha pasado a la historia de los Moros y Cristianos de San Blas, marcando un hito y abriendo un nuevo capítulo en estas emblemáticas fiestas.
La alférez cristiana, con el rostro reflejando felicidad y emoción , junto con una escuadra especial fueron los encargados de cerrar el desfile.
Domingo
Este domingo es el turno del bando moro . Vicente Sala, de los Negros Senegaleses, junto a su hija Esperanza como favorita, y el alférez moro Mauricio Álvarez, de los Abencerrajes, tendrán su gran momento durante el desfile de la entrada mora.
San Blas se prepara para otra jornada de celebraciones, comenzando con la diana y culminando por la noche con las cenas y verbenas en cada cuartelillo , los cuales llenan de vida las calles del barrio.