El líder de Vox, Santiago Abascal, acusó al presidente del Gobierno de tener “un discurso totalitario” y promover “la persecución ideológica” con su paquete de calidad democrática, a pesar de que Pedro Sánchez no concretó grandes medidas más allá del reglamento europeo. Reprochó también que eligiera el mismo pleno para anunciar nuevos fondos europeos de 100 millones de euros para apoyar la digitalización de los medios de comunicación – “¿en qué año vive usted?” preguntó al presidente- para después acusarle: “El tirano quiere ser el que reparta el dinero. Y en el fondo busca cerrar los medios digitales que hablan de su señora”.
En mitad de las críticas al presidente, el líder de Vox aseguró que es su partido el que “padece los bulos” y “no solo de pseudomedios, sino de medios muy consolidados”. Citó portadas de distintas cabeceras y criticó al Gobierno de hablar de publicidad institucional cuando “muchos de los medios que tiene compradas las líneas editoriales”, dijo, “no subsistirían sin la publicidad institucional”.
Abascal centró buena parte de su intervención en hablar de la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, recordando que será este viernes cuando declare como investigada en un caso de corrupción “con un dispositivo de seguridad que no tiene ni la realeza”, y reprochándole que “recibiera al socio de su mujer en la Moncloa, la casa de todos”. “No puede hablar de calidad democrática y que su esposa dirija una cátedra sin ser licenciada, que registre a su nombre un software que no elaboró y que dé clases sobre cómo captar fondos públicos siendo usted el que los reparte”, dijo Abascal.
Lanzó distintas preguntas al presidente sobre este caso y la investigación sobre su hermano en un juzgado de Badajoz, aunque reiteró una: “¿A cuántas empresas cotizadas que dependen de su regulación llamó usted para que recibieran a su esposa? ¿A cuántos CEO de esas empresas llamó personalmente? Suba aquí y diga que a ninguno. Capaz es”.
También hubo muchos recados para Alberto Núñez Feijóo, con los reproches que ya se han convertido en habituales: el pacto del CGPJ, el que antes hubo en el Constitucional, el que habrá en la Junta Electoral Central y, sobre todo, el de las instituciones europeas. “Podían haber hecho mítines conjuntos en esa campaña”, dijo, echándole en cara al líder del PP que hable de “pinza entre Vox y PSOE” cuando su partido “es el aliado en todo” con Sánchez.
Sacó pecho de las rupturas de los gobiernos autonómicos y volvió a culpar a Feijóo de contribuir a “un efecto llamada que pagará Canarias” después de haber aprobado con el PSOE la regularización masiva de medio millón de inmigrantes irregulares en España.
Y volvió a insistir en que se debería preguntar a los electores “si quieren continuar con la política de fronteras abiertas”, sobre todo en los barrios donde “quieren poner los centros de menas”. “Y de paso preguntemos si quieren impulsar la agenda 2030 que votan PP y PSOE en comandita”, terminó, mirando de nuevo a Feijóo, que le devolvía la mirada desde su escaño.