La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha regresado este viernes a España tras pasar los últimos seis años, tres meses y 15 días en Suiza, país al que se fue para evitar ser encarcelada por su participación en la organización del referéndum del 1-O. El regreso de la ‘jefa’, como se la conoce popularmente en Esquerra, se ha hecho realidad ahora porque el lunes la Audiencia Nacional archivó la causa del Tsunami Democràtic por un defecto de forma. Con este caso desactivado, vuelve porque ya no hay riesgo de que termine en prisión.
Rovira ha vuelto a Cataluña este viernes en coche a través de la frontera con Francia y lo ha hecho acompañada por el diputado de ERC en el Parlament, Ruben Wagensberg, el periodista Jesús Rodríguez, el vicepresidente de Òmnium Cultural, Oleguer Serra, y el empresario Josep Campmajó. Estas cuatro personas, igual que Rovira, también han quedado exoneradas del caso Tsunami, por lo que también se ha desvanecido el peligro a ser detenidos.
La primera parada de la comitiva ha sido Cantallops, un municipio de la comarca del Alt Empordà, a veinte minutos en coche de la frontera francesa. Este ha sido el lugar elegido porque Wagensberg, pese a haber nacido en Barcelona, se ha criado allí. También es donde viven sus padres. No será el único acto público del día. La comitiva se desplazará después hasta la capital catalana para asistir a un acto de recibimiento organizado por Òmnium Cultural a las 13.00 horas delante de su sede.
Por la tarde, a Rovira también se la espera en la sede de ERC. Será para presidir una reunión de la ejecutiva que se ha convocado a las 15.00 horas con un tema ‘caliente’: la dirección decidirá los culpables y las sanciones por la polémica de los carteles de burla a los hermanos Maragall.
Líder del ‘procés’
Después del expresident Carles Puigdemont(Junts), que sigue en Bélgica, Rovira era la otra gran líder del ‘procés’ que permanecía en el extranjero. Ella fue en su día una de las impulsoras del referéndum del 1-O y uno de los cerebros del proceso independentista. Eso le valió que la justicia la pusiera en su punto de mira. Pero igual que fue partidaria de la vía unilateral a la independencia hasta 2017, después de ese convulso otoño que acabó con la intervención de la Generalitat, también fue una de las grandes impulsoras del cambio de estrategia de ERC. El partido republicano abandonó la unilateralidad y viró hacia una apuesta por el diálogo y por llegar a acuerdos con el Estado.
Este viraje hacia el pactismo ha sido lo que ha acabado desencallando su regreso. La cuestión es que a partir de 2019 ERC entró en un espiral negociador con el PSOE por el que los republicanos empezaron a dar estabilidad a Pedro Sánchez en el Congreso a cambio de reformas para sacar el ‘procés’ de los tribunales. Primero llegaron los indultos, después la derogación de delito de sedición y, finalmente la amnistía. Todo este proceso ha acabado allanando el regreso de Rovira.