Sin rodeos, Handan aborda a Yildizy le hace una advertencia sobre su nuevo marido, dejándole saber que Doğan no es la persona que ella cree.
La exitosa mujer pinta un retrato oscuro e implacable de Doğan, un lado que él ha ocultado bien pero que, según Handan, conoce de primera mano.
A pesar de que se mantiene escéptica, Yildiz comienza a dudar de sus palabras, tratando de mantener la calma. ¿Conseguirá Handan separar al matrimonio?
Después del beso de Meriç a Doğan, esto hace tambalear la confianza de Yildiz hacia su marido.