Vive ahora TVE un junio glorioso. La retransmisión de la Eurocopa de fútbol les está proporcionando unas audiencias estupendas. Cuando juega España alcanzan cifras astronómicas: más del 50% de cuota de pantalla y puntas superiores a los ocho millones de teleespectadores. Con los otros partidos se mueven entre el 25% y el 30% de ‘share’.

Datos colosales que ya les han permitido salir del tercer lugar en el ranking mensual, superar a Telecinco, y a día de hoy estar a solo a seis décimas de Antena 3 TV. Es muy posible que este junio acaben en un empate técnico, o casi. Desde algunos ámbitos se ha reprochado a TVE lo que ha pagado por la emisión de los 51 partidos de la Eurocopa. Se especula entre 40 y 50 millones de euros. Vistos los resultados no es una cantidad disparatada. Lo disparatado es haber pagado más de seis millones de euros, por ejemplo, por el concursito ‘Baila como puedas’, con el resultado de 4.9% de cuota de pantalla. Podríamos poner más ejemplos de este rumbo errático de TVE con productos de ‘entretenimiento’ que han sido un derroche constatado. Lo de la Eurocopa de fútbol no puede atacarse por lo que ha costado. Además, en el caso de esta competición, a TVE se le permite alguna licencia en su reglamento de patrocinios, lo cual redunda en poder ingresar una buena facturación publicitaria. Aquí lo que deberíamos reflexionar es sobre esta euforia que a TVE le ha sobrevenido con el fútbol que han comprado. Aumenta audiencia de forma espectacular, sí, pero es simplemente la compra puntual de una competición balompédica. No son ni informativos ni programas creados para nutrir la personalidad de la gran tele pública de España. Un restaurante no alcanza la excelencia por haber comprado un buen jamón en un momento dado. Se distingue por su cocina, por los guisos exclusivos de su ‘chef’. Dicho de otra forma: confunde TVE un abanico con un buen sistema de aire acondicionado.

El otro día en ‘LateXou’ (La 2 de TVE) salió Rossy de Palma abanicándose. Decía con inteligencia notable: «Yo soy un continente vacío, a la espera de que me llenen con personajes a interpretar». Exacto. TVE es un continente que debe llenarse con ingredientes originales que conformen su personalidad y la distingan de las demás. Cuando el abanico de la Eurocopa pase, y vuelva a sus audiencias habituales, seguirá sudando.

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