«Francia necesita una mayoría clara para avanzar con serenidad y armonía», dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, tras convocar elecciones legislativas adelantadas, después del batacazo sufrido en las urnas en las europeas del pasado 9 de junio. Una incomprendida decisión que, desde entonces, ha despertado fuertes críticas, como las de su antiguo primer ministro, Édouard Philippe, quien le ha acusado esta semana de «matar a la mayoría presidencial«. Sin embargo, fuentes del Elíseo afirman que la disolución de la Asamblea no fue un acto espontáneo, sino fruto de semanas de debate y preparación. 

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