Al menos tres personas han muerto y otras dos han resultado heridas en un ataque del Ejércuto de Rusia contra la ciudad ucraniana de Konstantinovka, en la región de Donetsk (este), donde numerosos edificios residenciales y civiles han resultado dañados.
«Una patrulla y paramédicos han asistido a los heridos tras la llegada de una bomba aérea guiada KAB-500. Como resultado, dos mujeres han resultado heridas y, desgraciadamente, tres personas han muerto», ha informado la Policía Nacional de Ucrania en su canal de Telegram.
Asimismo, han asegurado que el bombardeo ha provocado daños en viviendas particulares, bloques de pisos, edificios administrativos y otros tipos de infraestructuras civiles.
La ONU denuncia los «intensos y sistemáticos» ataques
Durante la misma jornada, el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Políticos, Miroslav Jenca, se ha dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar los «intensos y sistemáticos» ataques rusos contra la población civil y contra la infraestructura energética, incrementados durante las últimas semanas. «Los ataques rusos contra ciudades y pueblos ucranianos se han convertido en un patrón destructivo diario. Esto incluye ataques intensos y sistemáticos contra la infraestructura energética ucraniana en todo el país. Estamos consternados por el aumento del número de víctimas civiles como consecuencia de estos ataques incesantes. (…) Esto es inaceptable», ha expresado.
Según datos de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, citados por Jenca, al menos 126 civiles han muerto y 478 han resultado heridos en el mes de marzo, lo que supone un incremento del 20 por ciento en comparación con febrero. «Resulta especialmente inquietante que al menos 57 niños murieran o resultaran heridos solo en marzo, duplicando la cifra de febrero», ha añadido el alto funcionario de la ONU.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la mencionada Oficina ha registrado la muerte de 10.810 civiles, entre ellos 600 niños, y más de 20.500 civiles heridos, 1.350 de ellos menores de edad.