Camiseta blanca de manga corta, pantalón de chándal ancho y unos kilos de menos. Sentado en una de las mesas del restaurante Mr. Porter, Dani Alves daba cuenta este mediodía de varios platos de la carta de este asador ‘fashion’ ubicado en los bajos del Hotel Sir Víctor. Lo hacía en compañía de su íntimo amigo Bruno Brasil tras presentarse poco después del mediodía en la secretaría de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, en el Palacio de Justicia, una de las obligaciones que le impuso el juez para mantener su libertad condicional por la violación de una joven en los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton.