«Lo hago para las cámaras, es para mi ego particular». De esta irónica forma ha respondido este marte Pep Guardiola, técnico del City, a las preguntas sobre la conversación que mantuvo con Jack Grealish sobre el mismo césped del Etihad, instantes después de que finalizara el partido entre los citizen y el Arsenal (0-0).

En aquella conversación, Pep, visiblemente molesto, estuvo dándole indicaciones al internacional inglés por espacio de unos veinte segundos, con grandes aspavientos antes de dar por cerrada la escena con una cariñosa palmada en la cabeza del jugador.

La escena le ha valido al técnico de Santpedor un buen puñado de críticas, al estimar muchos comentaristas que este tipo de indicaciones debería de darlas en interior del vestuario, más que ante todo el público presente en el estadio.

Con gesto serio, Guardiola ha explicado que «lo hago por las cámaras, para mi ego particular. Necesito la atención de las cámaras para dormir con una satisfacción increíble. Siempre intento criticar a los jugadores y hacerles comprender hasta qué punto son malos», ha añadido en clave irónica.

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La escena ha centrado toda la atención de la rueda de prensa de Guardiola, previa al choque liguero de este miércoles ante el Aston Villa, en el Etihad.