Al igual que hace con el ‘big data’ y otros avances tecnológicos para facilitar el pago de los impuestos y combatir el fraude, la Agencia Tributaria también recurrirá la inteligencia artificial (IA), pero siempre con «intervención humana». Por ejemplo, «las actuaciones administrativas automatizadas que dicte la Agencia Tributaria no descansarán, en ningún caso, de manera exclusiva en el resultado obtenido de un sistema de IA. En estas situaciones, se garantiza siempre la intervención humana que habrá de supervisar, validar o incluso vetar las opciones que hayan podido ser propuestas por el sistema. En definitiva, todas las decisiones serán adoptadas por personas».