El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente que existe. Jesús de la Fuente, coordinador de la Unidad de Patología de Tracto Genital Inferior-VPH del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid) explica que se estima que hasta el 80% de las personas sexualmente activas van a tener contacto con este virus en algún momento de su vida.
«A lo largo de nuestra vida sexual nos vamos a encontrar con el virus en más de una sola ocasión. Con cada relación sexual, que no pareja nueva, podemos tener contacto con el VPH«, afirma. Porque, tal y como señala, puede mantenerse latente, sin dar señales de estar ahí durante el tiempo suficiente como para contagiar a una pareja habitual. Aunque el riesgo, añade, es mayor cuantas más parejas sexuales se tenga. La buena noticia es que cada vez hay una mayor cobertura vacunal, cribados para detectarlo a tiempo y herramientas para impedir, en la medida de lo posible, infectarse.
De la Fuente ha sido uno de los ponentes que ha presentado la campaña campaña Pongamos de moda, organizada por la compañía biofarmacéutica MSD, y que se englobada en la iniciativa El VPH es cosa de todos, que este año cuenta con el aval de 59 entidades sociosanitarias. Su objetivo es que se conozcan las consecuencias virus para que se tomen medidas y deje de ser tan frecuente hasta el punto de conseguir erradicar el cáncer de cérvix.
Una infección de campo
El también secretario de la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC) ha explicado que uno de los motivos que tienen que ver con su alta frecuencia es que el preservativo, pese a ser una «gran herramienta y muy necesario», no protege del todo. Además, «todavía hay un porcentaje nada desdeñable de personas que no lo utilizan y, entre quienes lo hacen, no siempre es desde el principio de la relación sexual».
El VPH, añade, es una infección de campo: toda zona que contacta durante la relación sexual (vulva, vagina, pene, región orofaringea…) se puede contagiar. Y las consecuencias pueden ser físicas, desde verrugas genitales hasta lesiones premalignas y cáncer. Pero, de igual manera que señala que no se puede saber qué infecciones acabarán desarrollando uno de estos problemas, asegura que en la mayoría de personas se producen siempre estas reacciones ante la infección: enfado, sentimientos depresivos, ansiedad, culpa y vergüenza.
Cáncer de cérvix
Entre las enfermedades que pueden desarrollarse con el VPH están el cáncer de cuello de útero, de vagina o vulva, pero también del de ano, de pene o el de orofaringe, como ha señalado Ana Santaballa, jefa de la Sección de Cáncer de Mama y Tumores Ginecológicos del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia.
Con todo, ha puesto el énfasis en el cáncer de cérvix, uno de los más relacionados con el virus. Una enfermedad, asegura, que se puede prevenir. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), anualmente se diagnostican más de 600.000 casos a nivel mundial y más de 2.300 casos en España, donde es el tercer tumor ginecológico en incidencia y mortalidad, por detrás del cáncer de endometrio y ovario.
La mayoría se diagnostican en estadíos iniciales gracias, sobre todo, al cribado que se realiza entre mujeres de 25 a 65 años. Además, se pueden curar con cirugía. «Pero aquí viene el primer escollo: necesitamos buenos equipos de ginecólogos y oncólogos», asegura. Algo, añade, que no ocurre en todos los países del mundo. Además, en caso de que ya esté extendido, más del 40% de las mujeres que se tratan van a tener una recaída. Asimismo, su tratamiento es más complejo y requiere una combinación de radiología y quimioterapia, además de una coesión y coordinación entre equipos que «muchas veces no es factible en todos los centros». Por otra parte, indica, la inmunología está mejorando la supervivencia de esta enfermedad.
Cobertura de vacunación
Para no llegar a todo esto, además de los cribados, se necesita una buena vacunación y ahí, en España, sí se está haciendo bien. Jaime Pérez, presidente Asociación Española de Vacunología (AEV), asegura que la cobertura está en torno al 91% en los últimos tres años, aunque es algo menor en niños que en niñas.
Desde el año 2023, prácticamente todas las comunidades autónomas incluyen a los niños en la cobertura, lo que ha supuesto un gran avance en el objetivo de frenar al virus. Además, el presidente de la AEV considera que es «de las mejores vacunas que tenemos en el calendario vacunal«, así que invitan también a adultos a ponérsela. A eso, y a terminar con la estigmatización del VPH, sobre todo teniendo en cuenta que, prácticamente la mayoría de la población española, lo tendrá en algún momento.