Durante 15 minutos, la campana que avisa a los diputados de que el Pleno está a punto de empezar retumbó por todo el Congreso, pero en el pasillo del hemiciclo no había ni una sola cámara ni un periodista para recibir a sus señorías. Todos estaban centrados en un hombre, José Luis Ábalos, que por primera vez en su vida comparecía sin asesores, equipo de prensa ni compañeros de partido. No tenía a nadie. Sólo él y sus papeles.
Ábalos, un hombre de partido de toda la vida, llegó a serlo todo en el PSOE. Diputado, portavoz, secretario general en Valencia, dos veces ministro y secretario de Organización. Le dio igual. Tras estirar el plazo que le habían dado para dejar el acta, eligió renunciar a todo para desafiar a Pedro Sánchez y a todos los compañeros que dudaron de su inocencia en el marco del caso Koldo, que salpica a uno de sus asesores más íntimos. A todo menos al escaño.
El ya exdiputado socialista ha manifestado que comparecía para defender su honorabilidad «ante la opinión pública y ante los votantes del PSOE», pero lo ha hecho con algunos reproches directos a la dirección de su propia formación. Esta ha respondido suspendiendo su militancia y expulsándole del Grupo Socialista en el Congreso.
1. «Que me miren a la cara»
A Ábalos le hubiera gustado comparecer «respaldado por la dirección». «Creo que hubiera sido lo correcto, como en tantas otras ocasiones, y lo que hubiera satisfecho más a la militancia de mi partido», señaló al poco de empezar. Por contra, acusó a sus antiguos compañeros de maniobrar a sus espaldas o callar ante la prensa.
«Quiero que los que me quieren echar me miren a la cara», ha reclamado él, justo antes de incidir en que él va de frente siempre. «Pero eso ya lo saben quienes me conocen».
2. «No tengo a nadie»
Ábalos fue uno de los pocos líderes socialistas que arroparon a Pedro Sánchez en su cruzada hacia la secretaría general del partido en 2017, con toda la fuerza del PSOE en su contra. Sin embargo, esta última semana se ha encontrado solo. Más aún, asediado por filtraciones de compañeros que atribuían motivos económicos a sus decisiones.
«Vengo solo en mi coche, no tengo secretaria, no tengo a nadie detrás ni al lado«, zanjó, dando a entender también el poco respaldo de los que hasta hace unos días le acompañaban allá donde iba. Apenas unos minutos antes, el portavoz del PP había utilizado el mismo símil del coche para incriminarle a él y a Pedro Sánchez como compañeros de viaje de Koldo García.
En el caso de Ábalos, el exministro ha ido más allá y ha dicho que si hubiera tomado la decisión basándose en ganar dinero quizá le hubiera valido la pena dejar el escaño, como le reclamaba el partido. Para él, esto trataba de otra cosa.
3. «Restituir mi honor»
Al ya exdiputado socialista le hubiera gustado que las aguas se templasen a su alrededor, que nadie le acusase de nada mientras los tribunales no lo hicieran y que se generase «una senda de sosiego» ante políticos y medios de comunicación. «No ha sido así. No ha sido posible».
«Privado de la oportunidad de hallar la mejor solución compartida a la crisis política desatada hace una semana, les quiero anunciar que, ante la necesidad de defenderme y restituir mi honor como diputado y como persona, y ante la necesidad de no comprometer al Grupo Parlamentario Socialista, he decidido pasar al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados».
4. «Quienes aún me quieren»
Si Ábalos empezó diciendo que no tiene a nadie detrás ni al lado dentro del partido, el exministro siguió con que también sabía rodearse cuando hacía falta. Según cuenta, escuchó «todas las voces» a su alrededor, «las de quienes me detestan simplemente por mi ideología o trayectoria política… o las que desprecian mi propia humanidad, haciéndome contingente y fungible».
«También las de quienes aún me quieren, que tengo la suerte de que son muchos… y muchas», resaltó, sin dar más nombres. «Me debo a las personas que efectivamente me aprecian. Son las que me han transmitido con sinceridad y generosidad el ruego de que siga adelante en la lucha, el ruego de que no me rinda y de que me defienda. Que defienda mi honorabilidad».
5. «Me enfrento a todo el poder»
Para un hombre acostumbrado a tener a toda la maquinaria socialista a su espalda, el ataque indiscriminado desde ambas orillas ha sido devastador. Precisamente, justifica su permanencia en no dar mayor munición a la derecha, al mismo tiempo que denuncia la «cacería» que vive desde hace tiempo.
«Me enfrento a todo el poder político, de un lado y de otro. Quién me lo iba a decir», indicó. La frase da a entender que está siendo igualmente perseguido tanto por la derecha como por sus antiguos compañeros de filas, quienes prefieren callar para salvaguardar su propia imagen.
6. «Sé lo que es un apestado»
Siguiendo el mismo argumento, renunciar al escaño podría entenderse como que Ábalos estaría asumiendo una responsabilidad por el caso Koldo. «Pero no la asumo», dijo él, «y sé perfectamente lo que es un apestado político: con mi renuncia no acabaría la cacería contra otras personas», expresó.
«Estoy decidido a defender mi honor personal y como diputado hasta las últimas consecuencias. Me hubiera gustado haberlo hecho respaldado por mi partido. Yo contribuí a la formación de un Gobierno progresista y a cohesionar la militancia», alegó.
7. «Cómo se ha gestionado mi crisis»
Un dardo a Santos Cerdán, su heredero como secretario de Organización y el hombre que le presentó a Koldo García.
«Tomo esta drástica decisión tras una profundísima reflexión, como algunos de ustedes ya saben, sobre las causas y la gestión de esta crisis. Muy especialmente de cómo se ha gestionado esta crisis. Como comprenderán, no es una decisión cómoda para mí… no lo sería para cualquier otro u otra».
8. Sin «cuestiones personales»
«Puedo asegurarles que es una decisión muy dura y muy difícil en lo personal, pero que sin embargo, no atiende -como también he escuchado por ahí- exclusivamente a motivaciones de índole personal«, incidió en un momento dado. La cita hace referencia a una filtración que hablaba de serias dificultades económicas.
«¿Por qué siempre tiene que estar la miseria acompañándonos? ¿Por qué siempre hay que recurrir a estas cuestiones personales?», se preguntó el exministro ante la prensa.
9. «Acabar como un corrupto»
«Rendir un tributo a la derecha, como creo que hace la dirección política de mi partido, no va a impedir que la derecha siga con su cacería más allá de mi persona. No puedo acabar mi carrera política ni mi trayectoria como un corrupto cuando soy inocente«, bramó en uno de los momentos más intensos de la comparecencia.
Así, Ábalos reflexionó sobre que ser exigente contra la corrupción no significa «actuar por espasmos», sino ser implacable con el culpable. «Actuar al dictado de tus adversarios políticos que no piensan en la lucha contra la corrupción, sino en expulsarte del Gobierno por cualquier medio, es un error que sólo conduce a la confusión».
10. «Por la puerta de atrás»
«Defender mi honor desde el Grupo Mixto me permitirá seguir defendiendo mis ideas, con libertad de criterio y ojalá, también, asistir al final de esta partida, obligando a que quienes ahora pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás tengan que mirarme a la cara a mí y a muchos compañeros y compañeras del partido que me animan a seguir adelante».
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