El Consejo de Ministros y Ministras ha dado luz verde esta mañana al proyecto de ley para regular los servicios de atención a la clientela, que obligará a las empresas a resolver reclamaciones en un plazo máximo de 15 días, y a responder a las consultas telefónicas en menos de tres minutos, ofreciendo, además, la posibilidad de que sean atendidas por una persona y no un robot.