Orhan estaba muy triste desde que le acusaron de ladrón injustamente. Él no habría robado las tablets, pero no tenía forma de demostrar que todo fue una trampa.

Al final a Sarp no le quedó más remedio que confesar que había sido él y que todo formaba parte de un plan de venganza y Ahmet, muy avergonzado, se vio obligado a ir a casa de Orhan para disculparse con él personalmente. ¡Se sentía muy mal por lo que su hijo había hecho!

Ahmet, además, le ofreció volver a su puesto de trabajo en el colegio, pero ya era demasiado tarde.

El tío de los Eren le agradeció su gran gesto. Aceptó sus disculpas, pero rechazó la oferta de volver al colegio. Su reputación ha sido manchada y parece que no hay vuelta atrás. ¿cambiará de idea el tío de los Eren?