Si todo sigue como hasta ahora, a mitad de año, Connecta Therapeutics podrá asegurar que su propuesta de fármaco contra el síndrome X frágil (SXF) es segura en personas sanas. Tan positivos son los indicios, que esta empresa catalana ya ha empezado a trabajar en la financiación de las pruebas necesarias para demostrar que este medicamento es seguro, también, en pacientes que sufran este trastorno genético. Y, de momento, ya ha atado 2,7 millones de euros del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que esperan que sean solo el principio.