La PDLL califica desde hace años la Ley de Plurilingüismo, como un «proyecto de ingeniería social» y defendiendo «la exención del valenciano es un escudo frente a los objetivos totalitarios de los partidos nacionalistas» -valencianos-.
Consejos Escolares
Los consejos escolares, formados por padres, profesores, dirección del centro y personal no docente, tienen que decidir entre mantener el PLC actual -opción A- o modificar el PLC para que todas o algunas de las materias no lingüísticas que actualmente deben impartirse obligatoriamente en valenciano puedan impartirse en castellano -opción B-. En cualquier caso, matiza la Plataforma, los alumnos podrán seguir estudiando valenciano en la asignatura lingüística correspondiente.
Como recogió INFORMACIÓN los centros de enseñanza tienen plazo para responder hasta el 23 de febrero. Antes de esa fecha, los miembros del consejo escolar deben votar, oído el claustro de profesores. Desde la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística se «anima» a elegir «la segunda opción».
Perjudica el aprendizaje
Para la PDLL el plurilingüismo es un sistema «inconveniente que no favorece la mejora en los idiomas previstos y perjudica el aprendizaje de las asignaturas elegidas como conejillo de indias». Para esta plataforma de profesores «no mejoran en valenciano o inglés y rebaja los conocimientos en sociales, filosofía o biología». «Es una decisión exclusivamente política, no educativa» y está en contra de utilizar «ninguna asignatura» como medio de enseñanza de otra lengua.
En su comunicado la Plataforma -un grupo de profesores afincados en la comarca muy activo contra la enseñanza del valenciano si no es como asignatura aislada- no se pronuncia sobre si también considera necesario rebajar las horas en inglés que figuran en esos mismos proyectos para asignaturas no lingüísticas.
En un principio, la mayor parte de los centros escogieron, cuando se puso en marcha la ley, el porcentaje mínimo permitido por esa normativa en materia en valenciano -un 25%- y el que la Generalitat permitió en inglés en torno a otro 20% del total. Aunque en la práctica diaria su aplicación es mucho menor por falta de recursos humanos y por la adaptación que los centros han hecho a la normativa. Con el cambio de gobierno en el Consell la Conselleria ha habilitado esta posibilidad de modificar los proyectos.
Garantía de exención
La Plataforma de Docentes vuelve a recordar que «siempre hemos estado en contra de la inmersión forzada en cualquier lengua y aplaude «esta medida, parcial pero insuficiente, que ayudará a que los alumnos puedan estudiar en su lengua materna, como recomiendan todos los organismos internacionales y -valoran en su comunicado- el sentido común».
También insisten en que modificar los proyectos «reconocer el derecho de los alumnos exentos en valenciano que garantiza el Estatuto, a favor de la inclusión, pues evita los problemas que su aplicación supone para los estudiantes con dificultades de aprendizaje. Obligar a estudiar en una lengua desconocida es una dificultad añadida y va directamente contra la inclusión educativa» -en este caso la PDLL se centra en el valenciano, no en el inglés-. Y supone apostar por la educación en «lengua materna que es la óptima para que el alumno comprenda los contenidos, participe y se sienta acogido en clase».
Elegir
También señalan que la modificación permitirá que los alumnos no “desconecten” mentalmente durante la clase y saque mejores notas. Los resultados PISA demuestran, en opinión de la misma fuente, «el fracaso de la inmersión obligatoria y del plurilingüismo».
Por otra parte, la Plataforma denuncia que esta modificación «no deja a los padres elegir, sino que los cambios los decide el Consejo Escolar». «Tampoco se permite enseñar en español las asignaturas que se obligaron a vehicular en inglés», matiza la Plataforma (los representantes de las familias en el Consejo Escolar son elegidos por los padres y madres).
Derogación auténtica
Por último, reclaman la «derogación auténtica» de la Ley de Plurilingüismo y aunque valora «positivamente» el cambio de la Conselleria de Educación señala que la «libertad no se puede delegar, por eso la lengua de enseñanza se debe preguntar a las familias, no a los consejos escolares, porque es una decisión muy personal que se toma libremente en todos los países civilizados con varias lenguas oficiales, menos en el nuestro».