Grecia reabrirá sus estadios a los aficionados el 13 de febrero, después de casi dos meses de veto tras la muerte de un policía, pero impondrá numerosas medidas de seguridad para combatir la violencia, entre ellas, un novedoso sistema de identificación personal.
La nueva Comisión Permanente de Lucha contra la Violencia impondrá fuertes sanciones, incluyendo el cierre de estadios, al menor acto de violencia en cualquier deporte de la máxima categoría.
Cierre automático si se lanza un objeto
«Si se lanza un petardo, bengala o cualquier objeto peligroso en el estadio, sin pensarlo dos veces, el estadio cerrará el siguiente domingo, cuando juegue el equipo local», declaró Giannis Vroutsis, viceministro de Deportes.
A partir del 6 de marzo se exigirá que todos los estadios cuenten con un sistema de cámaras de seguridad de alta resolución y los clubs que no las hayan instalado no podrán jugar con público.
Entradas asociadas al teléfono móvil
Y a partir del 9 de abril se introducirá un nuevo sistema de identificación personal, utilizando la tecnología para asociar cada entrada a un teléfono móvil.
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Estas medidas se introducen después de que el pasado 7 de diciembre hinchas radicales de Olympiacos -durante un derbi de voleibol con Panathinaikos- hirieran de gravedad a un policía lanzándole una bengala.
El agente murió a finales de diciembre después de que le amputaran una pierna y de pasar casi tres semanas en la UCI.
Dos meses sin público
El gobierno anunció inmediatamente el cierre de todos los estadios de fútbol de los clubs de primera división por un período de dos meses.
Grecia sufre un grave problema de violencia en el deporte que no se ha conseguido frenar pese al aumento de las penas de cárcel y otras medidas recientes adoptadas por el Gobierno.