«Soy lagartero…» Los Serenquenquenes, de Agüimes, sobre el escenario con sus 82 componentes. La murga fundada en 1981 tiene como director a Javier Santana Armas. Visten la fantasía Historia de un carnaval. Van a cantar en primer lugar uno de los temas de la fase: La canción de la afición. Para sorprender al jurado, como plato principal han reservado Fuerte pedazo fiesta.

En la presentación lanzan su crítica al cambio en las bases del Concurso de Murgas. La conclusión es que no les ha hecho ninguna gracia repetir uno de los temas de la fase.

El director cuenta, como ya hiciera la fase, que La canción de la afición está hecha con ayuda de sus seguidores, preguntándoles en redes sociales a qué le gustarían que cantaran. Una nueva manera de inspirarse. «Esta noche seré la voz de la afición», declaran. Las energías renovables reciben críticas. Alegan que destrozan el paisaje. La ultraderecha pasa por el tema y se imaginan cómo sería el Carnaval si Abascal gobernara. Después de abordar el pique insular, hacen una canto a la unidad de Canarias, alabando la solidaridad mostrada por todas las islas frente al fuego en Tenerife del último verano. Dejan claro que no les han gustado las bases del Concurso de Murgas, aunque no por ello piensan abandonar.

Ante un recinto a rebosar, Los Serenquenquenes atacan su segundo tema. Con Fuerte pedazo fiesta, hacen un recorrido por las fiestas y romerías de Gran Canaria. Abogan por el uso de la vestimenta tradicional en las romerías. Abren con El Pino, siguen con La Vará del Pescao de Arinaga, la Bajada y la Traída del Gofio, de Agüimes, para terminar con la Rama de Agaete, con los murgueros agitando las ramas y un montón de papagüevos entre el público. Cierran la canción reivindicando respeto a las tradiciones y que se explique en los colegios a «nuestros hijos» el significado de nuestras fiestas, porque eso es cultura.

Tienen 12 minutos para hacer la despedida. Javier Santana, el director, ha destacado que no hace falta tanto tiempo para interpretar los dos temas del certamen. Van a poder recrearse en su canción del adiós, ese himno en el que dicen: «Soy lagartero y canto con esmero…» Les sobran 10 minutos 14 segundos y con ello demuestran que con 20 minutos es suficiente para mostrar su arte en el Concurso de Murgas. Toda una lección.