«Dentro de la comuna se pierde la noción de la realidad. Trabajaba todo el día y además tenía que limpiar. Lo máximo que gané fueron 700 euros. Vivía en una habitación que tenía telarañas y no había agua caliente, por la que pagaba 300 euros». Es el testimonio de una exadepta de Inner Mastery, la mayor secta en torno a la ayahuasca de nuestro país. Hasta ahora. La Policía Nacional entró este miércoles en sus denominados «epicentros de evolución interior» de Madrid, Lloret de Mar (Gerona), Málaga, Granada e Ibiza, y detuvo a 18 de integrantes de la organización.