Ricky Rubio deja atrás una carrera en la NBA llena de momentos icónicos e inolvidables entre genialidades, hitos y su impacto en varias estrellas

El genio de El Masnou ha dejado retratado a Kobe y ha hecho alucinar a LeBron entre otros logros

Ricky, una destacada carrera en la NBA

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Ricky Rubio puede estar orgulloso de la carrera de más de una década que ha tenido en la NBA y a la que puso fin ayer. El base de El Masnou deja atrás una trayectoria llena de momentos únicos e icónicos entre bárbaros highlights, hitos y exhibiciones memorables y, no menos importante, su manera de influir de manera positiva en la vida de otros. Aquí van los 10 hitos y momentos más destacados de la carrera del catalán:

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2011

La mesiánica llegada a Minneápolis

Fans de los Minnesota Timberwolves a mansalva acudieron enloquecidos al aeropuerto de Minneápolis para recibir y aclamar a aquel niño con su look desenfadado y su hype que hacía virguerías con la naranja y lo había ganado ya todo en Europa entre el Joventut y el Barça a sus cortos 20 años.

Ese chaval tirillas con cara de travieso con poco músculo y toneladas de baloncesto había sido drafteado el 5 en 2009 por encima de nombres como Stephen Curry, DeMar DeRozan o Jrue Holiday, seleccionado por unos Wizards que lo traspasaron a los Timberwolves.

Ricky fue recibido como un salvador por una franquicia perdida entonces en la nada y todavía en tierra de nadie hoy a la espera de que su liderato en el Oeste se traduzca en algo en playoffs, pues el conjunto de Minnesota no supera la primera ronda desde 2004, en los tiempos de Kevin Garnett.

El base de El Masnou fue una prueba más de que el problema crónico de los Wolves trasciende hasta talentos como el suyo, pues nunca jugaron playoffs en los 7 años del catalán en el equipo.

En conversación con MD hace unas semanas, el insider de los Timberwolves de The Athletic, Jon Krawczynski, atribuía la responsabilidad de no haber logrado buenos resultados con Ricky a los Timberwolves por no haber sabido rodearle. Pese a su grave lesión, quedó segundo en la clasificación del Rookie del Año sólo por detrás de Kyrie Irving.

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2012 y 2013

Maravillas en el All Star

El hype de Ricky Rubio dentro y también fuera de la cancha con su carisma encandiló desde un primer momento a la NBA entre esas declaraciones de amor que eran sus pases como diría Andrés Montes, su simpatía y hasta su sex-appeal, considerado en un momento el jugador más atractivo de la liga estadounidense.

Con todo ello, se ganó estar en el All-Star de 2012 como parte del partido de las rising stars dejando su sello en un encuentro del que también fueron parte Kyrie Irving, Paul George y Blake Griffin, mientras que en 2013 fue parte del mismo equipo que Anthony Davis y Kawhi Leonard enfrentándose al de Kyrie Irving, Damian Lillard y Klay Thompson.

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2013

“Sé feliz, ¡disfruta!”

Ya en su segunda temporada en la NBA y apenas con 22 años, Ricky Rubio ya dejó una viral muestra de su liderazgo y capacidad de impactar en la vida de los demás, cuando invitó a uno de sus compañeros, Alexey Shved, que cambiara su ánimo en un partido que los Timberwolves estaban perdiendo contra los Lakers de Pau y Kobe por una amplia diferencia: “Cambia tu cara, sé feliz. ¡Disfruta!”, le dijo con una sonrisa Ricky al ruso. Uno de los momentos más definitorios de su personalidad en la NBA.

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2013

Un lío a Kobe y Howard de cuidado

Ricky Rubio tiene una especie de relación de amor-odio con Kobe Bryant por el contraste de malos y también buenos recuerdos asociados a La Mamba Negra, uno de los que testimonió de primera mano tanto la personalidad como el exuberante talento del genio de El Masnou.

En 2013, cuando iba a cumplirse un año de su rotura de ligamento cruzado tras chocar de manera fortuita ante el ’24’, Ricky Rubio, sin dejarse intimidar por esas malas memorias, se lanzó con osadía a marear a Kobe Bryant y partir la cintura a Dwight Howard a continuación en una jugada de ensueño.

Antes, Ricky se atrevió a ‘provocar’ a Kobe de cara a los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 a sus 21 años: “¿Sabes que en Londres te vas a llevar la medalla de plata? Apuesto lo que quieras”, le dijo en el pasillo de vestuarios Ricky a The Black Mamba ante un Pau Gasol sorprendido. “¡Lo acepto!”, respondió el ’24’.

Desgraciadamente, Ricky no pudo estar en esa cita olímpica por la grave lesión de rodilla de su temporada de rookie que sufrió precisamente ante Kobe, en cuya mentalidad intentó encontrar inspiración para recuperarse de su segunda lesión de cruzado. El propio Kobe Bryant le entregó el trofeo del MVP del Mundial de 2019.

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2011-2023

Uno de los mejores asistentes de la historia

De alguna manera, Ricky siempre ha estado infravalorado entre los que han mirado más sus problemas con un tiro que ha ido mejorando y su escaso protagonismo en unos playoffs en los que sólo ha participado tres veces debido fundamentalmente a las inoportunas lesiones y los traspasos. Pero el catalán se va de la NBA como uno de los mejores asistentes de todos los tiempos, 23º en la lista de la liga estadounidense por promedio de pases de canasta con 7,39, justo por delante de LeBron James y el mejor asistente internacional de la historia de una liga estadounidense en el que fue fijo en el top-5 y top-10 de mejores asistentes cada año.

Sin embargo, y aunque estas estadísticas definan muy bien su legado, el componente único y especial de Ricky van más allá de los números por su manera de expresar el baloncesto. El base de El Masnou no ha jugado, sino que ha recitado el basket en la NBA con su modo de desnudarlo más que verlo y su don de seducir a sus compañeros con sus variopintas asistencias.

Su relación tan especial con los pases de canasta hace que sea tan imposible como injusto quedarse con uno entre asistencias a la velocidad de la luz, por la espalda, otras sin mirar y otras en las que simplemente innovó en el baloncesto mientras improvisaba. Gregg Popovich definió su inteligencia en la pista como “superior”.

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2011-2023

Una persona influyente allá donde ha estado

Ricky Rubio tiene más que carisma, tiene un aura de persona inspiradora que ha impactado de manera especial en la vida de muchos compañeros, entrenadores y la comunidad NBA en general. Y eso, pese a su gran carrera como jugador, es el mejor legado que deja en la mejor liga del mundo.

Jugadores como Kevin Love y Donovan Mitchell se han rendido a Ricky como compañero de equipo por sus enseñanzas y su ejemplo. En un apodo tan preciso como definitorio de la persona, Spida le llamaba “Jesús” en la época de los Jazz por la frondosa barba y las greñas que llevaba entonces, aunque también encaja el sobrenombre por la figura de maestro del catalán, que ha inspirado a estrellas emergentes como Anthony Edwards y Darius Garland y consolidadas como Devin Booker.

Entrenadores como Quin Snyder, Chris Finch y J.B. Bickerstaff se han rendido a su liderazgo y cualquier persona de cualquier franquicia en la que haya estado con la que converses, sólo habla maravillas de él.

Pero Ricky ha sido también una especie de pionero en la NBA por su transparencia y su naturalidad al hablar en público de problemas personales como el fallecimiento de su madre, por el que creó una fundación contra el cáncer cuya obra ya ha llegado a Estados Unidos. Con todo ello ha ayudado a normalizar que los jugadores hablen en público de su salud mental.

“Sólo con su presencia hace sentir mejor a los demás”, dijo un día el entrenador de los Cavaliers, J.B. Bickerstaff. Ricky ha sido en la vida como lo es en la pista con su altruista rol de asistente dándose a los demás con un balón de baloncesto en sus manos.

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2015, 2017 y 2018

Varias exhibiciones contra los Lakers

Aparte del baile a Kobe Bryant y Dwight Howard en uno de los mejores highlights de su carrera, Ricky Rubio acumuló varias de sus exhibiciones anotadoras ante los Lakers con los 33 puntos más 10 asistencias que les endosó en 2017 con los Minnesota Timberwolves, los 31 con los Jazz en 2018 y los 28 más 14 pases de canasta también con los Wolves en 2015. 

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2018

El brutal triple-doble contra los poderosos Thunder

Con hambre de playoffs y al mando de aquellos Jazz de Rudy Gobert, Donovan Mitchell o los ex azulgrana Joe Ingles y Dante Exum, Ricky Rubio hizo disfrutar de lo lindo al público de los Jazz con una exhibición en forma de triple-doble contra los Thunder en la primera ronda de playoffs de 2018.

El catalán se fue a los 26 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias en ese Game 3 sin influirle el hecho de que fuera su primera postemporada y fue indispensable para que Utah, que llevaba ocho años sin superar una primera ronda, se metiera en Semifinales de Conferencia con una victoria de prestigio, pues aquellos eran los Thunder de Russell Westbrook, Paul George y Carmelo Anthony.

Hasta esta semana, cuando lo logró Jordan Clarkson, ningún jugador del conjunto de Salt Lake City había logrado firmar un triple-doble.

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2021

Ricky se hace respetar ante Estados Unidos con 38 puntos

España acabaría cayendo en aquel cruce de cuartos de los Juegos Olímpicos de Tokio contra Estados Unidos (81-95), pero Ricky Rubio zarandeó a un conjunto americano lleno de estrellas con 38 puntos para reivindicar su valía. 

Era una competición diferente a la NBA, pero con aquel recital ante los Kevin Durant, Damian Lillard, Draymond Green, Jayson Tatum o Devin Booker vino a confirmar, sobre todo para aquellos que seguían sin creer en él, lo mucho que se habían equivocado en la liga estadounidense tratándole como mera moneda de cambio, traspasado a traición por los Phoenix Suns un año anterior.

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2021

Ricky hace flipar a LeBron con sus 37 puntos en el Madison Square Garden

Majestuoso como el escenario, Ricky Rubio entonó una sinfonía el 7 de noviembre de 2021 en el Madison Square Garden con 37 puntos y 10 asistencias el que puso a la NBA en pie en su mejor partido y rindió hasta a LeBron James. “Ricky se está volviendo loco”, tuiteó mientras contemplaba el espectáculo del catalán The King, absolutamente asombrado.

Aquel fue el éxtasis de Ricky Rubio, el encuentro entre su versión pasadora y la anotadora que fue mejorando con el paso de los años, asestando a los New York Knicks un letal 8/9 en triples esa noche.

Aquel recital del jugador formado en la Penya en Nueva York fue también una manifestación de su felicidad en Cleveland, lo bien que se encontraba en una franquicia en la que por fin coincidieron el mejor Ricky y un equipo que le valoraba de verdad y con buena base para crecer.

En los Cavaliers valoraban mucho ya sólo de por sí la mera presencia del catalán en el vestuario por su rol de mentor de jóvenes. Y como muestra de la ascendencia de Ricky en la franquicia de Ohio, le renovaron hasta 2025 tras su grave lesión y tenían esperanza de que volviera a jugar tras dar un paso al lado para cuidar su salud mental.

Apenas mes y medio después de esa actuación en Manhattan, Ricky se rompía el cruzado justo en el mejor momento de su carrera contra los Pelicans. Curiosamente, el que acabaría siendo su último partido en la NBA el año pasado en playoffs lo jugaría también en el Madison Square Garden.

En tal estado de forma en unos Cavaliers lanzados que acusaron ese año la baja del catalán acabando fuera de playoffs, queda en el aire la intrigante duda de lo que podrían haber sido Ricky y los Cavs de no haberse lesionado el base. Pero lo que ha sido ya es mucho. 

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