No hay que generar alarma pero la gripe aviar ha aterrizado en la laguna de Gallocanta, en plena migración de miles de grullas, afectando a cinco de ellas en los últimos días. Es el primer foco detectado del virus H5N1 en este entorno natural de Aragón que el próximo 3 de febrero vivirá una jornada festiva aprovechando la estancia llegadas de otras latitudes. Sobre todo de Europa, donde sí se han dado brotes más importantes que han afectado a miles de ellas. En este caso, se ha detectado en solo cinco ejemplares, que cumpliendo el protocolo, han tenido que ser «sacrificadas e incineradas».
El foco se detectó en la última semana del año pasado, y era uno de los cinco identificados en toda España. Este era el único en Aragón, los otros cuatro se dieron en la localidad de El Oso, en Castilla y León, y en las gallegas de Xove, en la provincia de Lugo, y Vigo y Bueu, en la de Pontevedra. De hecho, en el cómputo global de 2023, se contabilizaron 58 focos distintos de esta enfermedad contagiosa que portan las aves y que, difícilmente, acaba transmitiéndose a los humanos. Entre estos, solo el de la provincia de Zaragoza es el que aparece en el listado de alertas epidemiológicas, que ya abarca 16 provincias más de todo el país.
Primer foco en Aragón
Lo ocurrido en Gallocanta, sin embargo, se trata de un episodio que, en opinión de los responsables del Gobierno de Aragón, «no es relevante» ni debería generar alarma, sobre todo por el número de ejemplares que se han visto afectados. Solo cinco cuando, según recordaron las fuentes oficiales del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, «durante el año pasado se dieron un centenar de aves infectadas, todas ellas cigüeñas y gaviotas», que también cohabitan estas semanas en la laguna de Gallocanta junto a las grullas.
Sin embargo, supone el primer foco de gripe aviar en grullas en un entorno en el que estas semanas pasan el invierno miles de ellas procedentes del viejo continente. Una especie que, por ejemplo, en Hungría hace pocas semanas ya vio cómo este virus provocaba la muerte de 20.000 grullas en un momento en el que centenares de miles de ellas sobrevuelan Europa en dirección a España. A zonas más cálidas y que, en el país, habitualmente se reparten en zonas como Gallocanta, el parque de Doñana en Andalucía o las Tablas de Daimiel en Castilla-La Mancha, entre otros.
Por eso la preocupación por parte de algunos colectivos que vienen advirtiendo en todo el mundo de la rápida expansión de este virus y los riegos para otras especies animales con las que conviven estas aves que resultan estar infectadas.
Se siguió el protocolo
Lo ocurrido en Gallocanta la semana pasada se circunscribe, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, a cumplir con el protocolo establecido para estos casos, En ese sentido, los responsables de la laguna de Gallocanta, lo que hicieron fue dar la voz de alarma al Centro de Recuperación de Aves de La Alfranca, ubicado en Zaragoza, adonde trasladaron las muestras que tomaron a los ejemplares enfermos. Los expertos las analizaron y confirmaron el resultado positivo. Se trataba del virus H5N1, gripe aviar, y el siguiente paso a dar era el de sacrificar a las cinco grullas e incinerarlas para evitar la propagación.
Sin embargo, desde la DGA aseguraron que no se está procediendo a hacer una toma de muestras preventiva posterior ni lo exigen las autoridades sanitarias cuando se trata de casos tan reducidos.