La Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife ha ordenado el cese de cualquier tipo de actividad musical en la Sala Dubai, situada en el Polígono El Mayorazgo, en la que la Policía Local y la Policía Nacional desalojaron, durante la Nochebuena, una fiesta debido a que se había superado «ampliamente» el aforo permitido. Esta situación provocó una avalancha de jóvenes, así como numerosas escenas de ataques de ansiedad y un desvanecimiento.
En la citada sala, utilizada en Nochebuena, el pasado 24 de diciembre, para celebrar el evento denominado Univerzzo, también ha sido reservada para llevar a cabo una fiesta de Fin de Año, el próximo 31 de diciembre. Sin embargo, la concejala responsable del área de Urbanismo, Zaida González, del PP, ya ha asegurado que dicha fiesta no se llevará a cabo, «no se va a autorizar». Ésta indica que se ha ordenado el cierre del local «como discoteca» y se han incoado varios expedientes sancionadores a raíz de las actas levantadas por la Policía Local.
En concreto, los agentes, una vez que desalojaron el establecimiento y tras inspeccionarlo, levantaron cinco actas por infracciones recogidas en la Ley 7/2011, de 5 de abril, de Actividades Clasificadas y Espectáculos Públicos. Y es que los efectivos detectaron «numerosos incumplimientos» de la normativa de seguridad.
Según informa fuentes de la Policía Local, las actas corresponden al incumplimiento de los siguientes artículos de la citada ley: 62.1, por no contar con la licencia correspondiente para desarrollar una actividad de discoteca para más de 150 personas; 62.6, por superar en más de un 10% el aforo permitido; 62.13, por no contar con personal habilitado para el control del acceso y por tampoco disponer de sistemas para contar clientes; 63.5, por no contar con salidas de emergencia, «las cuales estaban bloqueadas con mobiliario y material de construcción»; y 64.7, por carecer de carteles en el que deje claro la prohibición del acceso a menores y «de todos aquellos que exige la normativa».
Fuentes policiales cuentan que la intervención se produjo tras recibir numerosas llamadas de ciudadanos, entre los que se encontraban clientes de la propia fiesta y personal de seguridad de instalaciones próximas a la Sala Dubai, en las que se requería la presencia de los agentes en la zona. Asimismo, la Policía Local chicharrera recibió el aviso del 112 Canarias, tras detectarse una «alta concentración de personas en la calle Jesús Hernández Guzmán», en el Polígono El Mayorazgo.
El Ayuntamiento chicharrero informó de que la fiesta contaba con la correspondiente comunicación previa para celebrar un evento con un aforo de 150 personas. Sin embargo, según indicaron fuentes municipales y varios clientes, se vendieron 1.500 entradas, multiplicándose por diez el aforo previsto. La avalancha de personas se produjo cuando, ya con «el aforo en el interior del establecimiento ampliamente superado», se comunicó, por parte de los organizadores de la fiesta, a las personas que esperaban en la calle en una larga cola, y con su entrada ya comprada, que nadie más podía entrar.
Tras desviar el tráfico y calmar la situación de avalancha que se había producido en la calle, la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, en colaboración con la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) de la Policía Nacional, procedió a desalojar la sala, en grupos de entre 25 y 30 personas, «con el fin de poder contarlas», pues el local carecía de sistema de control de acceso y de «personal habliitado para llevarlo a cabo». Según fuentes de la Policía Local, en el interior del establecimiento, en aquel momento, se encontraban 665 jóvenes, superando en más de 500 personas, y un 415%, el aforo permitido. A éstas se sumaban los numerosos jóvenes que se encontraban en la cola en la calle, esperando para poder acceder a la sala.
El informe policial indica que sólo había una «única salida posible» para el desalojo del establecimiento. Una vez desalojado el local, los agentes procedieron a inspeccionarlo y a solicitar la documentación correspondiente a los responsables de la sala y de la organización de la fiesta, detectando «numerosos incumplimientos» en materia de seguridad. Entre otros, los efectivos informaron de un «díficil» acceso a los extintores; de que el suelo carecía de «condiciones antideslizantes»; de que el local contaba con cortinas que suponían un riesgo; de que se disponía de shishas en una zona con «insuficiente ventilación y extracción de aire»; de que las salidas de emergencia estaban bloqueadas con mobiliario y maerial de construcción; de que se carecía de cartelería con información sobre las salidas de emergencia y evacuación; de que se carecía de estudio de impacto acústico, y de que no había personal habilitado para realizar las funciones de control de acceso.
Los efectivos identificaron dentro a un encargado, a siete empleados y al promotor de la fiesta. Como personal de seguridad, había dos empleados. Desde la Gerencia Municipal de Urbanismo se indica que ya se han incoado los expedientes sancionadores. «Las multas serán importantes, porque, además no nos han dicho la verdad. Se presentó una comunicación previa para un evento de 150 personas y se celebró una fiesta para muchísimas más», ha comentado la edil responable del área. Numerosos testigos, tal como adelantó EL DÍA, del grupo Prensa Ibérica, han asegurado que pasaron «mucho miedo».