¿Cuánto dinero va a mover la Superliga? Es la gran pregunta que todos quieren saber y que ha provocado un baile de números lanzados al azar sin fundamento real alguno. De hecho, a día de hoy la única fuente contrastada que ofrece unas cifras relevantes es la publicación que realizó el diario alemán ‘Der Spiegel’, a partir del portal Football Leaks, en el que analizaba al detalle el contrato marco de 167 páginas que firmaron los 12 clubes fundadores en su día. En el mismo se informaba de las condiciones económicas y los requisitos que conllevaba participar en la Superliga.
Reparto inicial
En el contrato de los 12 clubes fundadores se hablaba de que la intención era repartir 3.500 millones de euros entre Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milan, Milan y Juventus. Se repartirían el 32,5% de los ingresos, mientras que otro 32,5% se distribuiría entre los veinte equipos participantes (incluyendo a los cinco invitados cada temporada). Así, los fundadores recibirían 350 millones de euros por entrar en el proyecto inicial, o 233 millones a los participantes en la competición. El 20% de los ingresos se asignaría en base al rendimiento deportivo en la competición. Y, finalmente, el 15% restante se repartiría en base al criterio del tamaño de la audiencia de televisión. Este reparto casi duplica los 1.950 millones de euros que actualmente la UEFA reparte entre los clubes participantes en la Champions League.
¿Quién paga la fiesta?
Detrás de la Surperliga emerge la entidad financiera estadounidense JP Morgan, con la que Florentino Pérez ha trabajado en numerosas ocasiones tanto con el Real Madrid como en sus trayectoria laboral como presidente de la constructora ACS. La Superliga firmó un acuerdo con JP Morgan por el cual los americanos realizarían una primera inyección 3.525 millones de euros para arrancar la competición y llenar los bolsillos de los clubes fundadores y los participantes.
A devolver 6.100 millones en 23 años
Los 12 fundadores se comprometieron, en el contrato marco, a devolver a JP Morgan 6.100 millones de euros, por el crédito inicial, los cuales se tendrían que abonar en un plazo máximo de 23 años. Para hacer una devolución conjunta de 264 millones de euros más intereses por cada uno de los 23 años.
El ‘fair play’ de la Superliga
La Superliga apuesta por un estricto control del gasto, emulando el fair play Financiero de la UEFA, pero con el compromiso de que los equipos no caigan en números rojos en sus cierres de temporada. Por eso hay un compromiso de no utilizar más del 55% de los ingresos en los llamados «gastos deportivos», ámbito en el que se incluirían los salarios de jugadores, transferencias y los honorarios de agentes. Hoy hay varios clubes que elevan ese gasto hasta una cantidad que ronda entre el 70 y el 80% de los ingresos.
Una tributación uniforme del 45%
En el contrato marco también se especifica la creación de una cláusula que iguala los pagos de impuestos para que «el impuesto sobre la renta aplicable a los sueldos se estandarice a una tasa del 45%», lo que provocaría que los clubes de España no estén en desventaja competitiva con respecto a los de otros países.
Cuadruplica el fondo solidario
La Superliga también concreta la creación de un fondo para fines benéficos y solidarios de 400 millones que procedería del 8% de los ingresos televisivos de la competición. Cifra que cuadriplica la cantidad que destina actualmente la UEFA a su llamado fondo solidario y a la ayuda del fútbol modesto.