La Comisión Europea anunció el jueves que renovará la autorización del uso del glifosato en la Unión Europea (UE) por 10 años, después de que los países miembros del bloque no alcanzaran un acuerdo sobre este controvertido herbicida.
“La Comisión, en colaboración con los Estados miembros de la UE, procederá a renovar la aprobación del glifosato por un período de diez años, bajo reserva de algunas nuevas condiciones y restricciones”, indicó el brazo ejecutivo europeo en un comunicado.
La propuesta de la Comisión Europea incluye salvaguardias como el establecimiento de “franjas de protección” alrededor de los terrenos donde el glifosato sea utilizado.
Además, impulsa la utilización de equipos que reduzcan drásticamente la “deriva de la aspersión” fuera del blanco.
La autorización al uso del glifosato en la UE fue renovada en 2017 por un período de cinco años y después extendida por un año adicional, un plazo que expira el 15 de diciembre.
Esa renovación al permiso por un período de una década se apoya en un informe elaborado por un regulador europeo que estimó que el nivel de riesgo no justifica la prohibición de la sustancia.
No obstante, la Comisión prevé algunas salvaguardias y prohíbe su uso para la desecación (proceso de eliminar la humedad de un cultivo antes de la cosecha).
– “Cancerígeno probable” –
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó en 2015 como “cancerígeno probable” al glifosato, sustancia activa de varios herbicidas, entre ellos el famoso Roundup de Monsanto.
En cambio, en julio de este año la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sostuvo que no identificó ningún “área de preocupación crítica” para humanos, animales y para el medio ambiente que pueda impedir la autorización del herbicida, aunque admitió que dispone de pocos datos.
En un voto celebrado el mes pasado, los países de la UE no alcanzaron la mayoría cualificada de 15 de los 27 Estados del bloque y que representan al menos al 65% de la población de la UE.
Este jueves, los países de la UE debían romper este jueves ese estancamiento y alcanzar una posición común sobre la propuesta de la Comisión.
Sin embargo, la reunión terminó sin acuerdo, y ante ese cuadro corresponde a la Comisión Europea adoptar una decisión.
En la víspera, el ministro francés de Agricultura, Marc Fesneau, había adelantado la posición de su país al afirmar que la prohibición al glifosato no es posible ante la falta de una alternativa para los productores.
Sin embargo, dos oenegés especializadas, Foodwatch y Génerations Futures, apuntaron que se trató de una “traición, sin ninguna sorpresa, de la promesa formulada por el presidente de la República [Emmanuel Macron] en 2017″.
En tanto, el grupo alemán Bayer, que adquirió Monsanto en 2018, aplaudió la decisión anunciada por la Comisión.
“Esta nueva autorización nos permitirá seguir ofreciendo a los agricultores de toda la UE una tecnología importante para la lucha integrada contra la maleza”, dijo un portavoz de la firma.
Aún en un escenario de renovación del uso del glifosato en la UE, las autoridades nacionales tendrán abajo su responsabilidad la autorización de productos que contengan ese químico.