Reivindica los principios socialistas ante un futuro «complejo e incierto» con las elecciones europeas al fondo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este sábado que Europa se enfrenta a «un dilema existencial» entre ser ejemplo de progreso o dejarse llevarse por el odio de la extrema derecha.

«¿Queremos una Europa que sirva de faro para inspirar al mundo con su ejemplo de integración y progreso? ¿O queremos una Europa que se esconde tras las trincheras?», se ha preguntado durante su intervención en el congreso del Partido Socialdemócrata de Alemania (SP) celebrado en Berlín.

Sánchez ha puesto el foco en la necesidad de una Europa que sea cada más unida y, al mismo tiempo, cada vez más abierta, que se vea adelante y sin nostalgia por los logros ya conseguidos, en tanto que ha identificado a la derecha tradicional, influida por la extrema derecha, como imbuida por el virus del odio y esto «puede ser letal» para la democracia.

El presidente del Ejecutivo español ha puesto en escena «una batalla global» entre la igualdad, representada por el feminismo, o el privilegio del sexismo; entre la justicia social y la desigualdad; entre el respeto por los derechos humanos o la barbarie de la guerra; entre el respeto democrático y el insulto populista de los extremistas.

«Eso es lo que está en riesgo, aquí y ahora mismo», ha observado Sánchez, quien ha subrayado: «Necesitamos una Europa unida y abierta, con visión de futuro y que no se arrodille ante las élites».