El profesor y académico prieguense Manuel Molina González, colaborador habitual del suplemento Cuadernos del Sur de Diario CÓRDOBA, ha presentado su último libro, titulado Priegúo básico, vocabulario comentado de Priego.

El acto, celebrado en el centro cultural Lozano Sidroante un nutrido público, contó la participación del propio autor, así como de la presidenta del Área de Cultura del Consistorio prieguense, Jezabel Ramírez; la autora del prólogo, la profesora de Lengua y Literatura, María Mosquera, y la presentadora del autor, la vicedirectora del Centro del profesorado Priego-Montilla, Soledad Serrano.

El autor, que dirige el Aula de Literatura y la Asociación de Amigos de la biblioteca de la localidad, destacó las razones que le llevaron a ir recopilando desde hace años palabras propias de la localidad, aprovechando su labor filológica junto a la utilización que de ellas hacía parte de su familia, allegados y amistades.

Presentación del libro de Manuel Molina González en el centro cultural Lozano Sidroante de Priego de Córdoba. CÓRDOBA


Sobre todo, estuvo en contacto con mucha gente mayor, que como indicó, “no habían accedido a la educación reglada y reproducían sus palabras de manera oral, no influenciada por la homogeneidad escrita”. Lo singular del acto residió en la participación activa del público asistente que llenaba la sala, generando una interacción entre autor y estos que, en ocasiones, resultó muy divertida para un acto donde se presentaba un vocabulario.

Así, a medida que se iban sucediendo las intervenciones, se provocaba un atractivo intercambio entre lo más académico y lo espontáneo.

«Hay que huir del complejo»

Lo que sí quedó claro por parte del autor fue la idea de que, la manera particular de expresarse en una zona supone un valor positivo en contra de lo que habitualmente se percibe, señalando que, “hay que huir del complejo de que hablamos mal, se trata tan solo de promover la idea de que tan solo hablamos de manera diferente, ni mejor ni peor que otras”, declaró Molina, como argumento para el uso sin complejos de cada habla particular.

También hubo especial énfasis en reivindicar aquellas palabras que tienden a desaparecer, porque su utilidad o referente lo hacen o simplemente porque la homogeneización de educación y medios para comunicarnos simplifican el vocabulario compartido. Como curiosidad aportó la singularidad que se sumó al latín y árabe como influencia en la creación de palabras priegúas y aportó ejemplos del caló, lusitanismos, americanismos o galicismos que se convirtieron en expresiones. Para ofrecer un final dulce a la presentación, se ofreció el curioso origen de algunos dulces típicos prieguenses que se degustaron, como barquillos, isabelas y turrolate.

Tras el acto, el sentir común de los asistentes era que habían asistido, sin saberlo, a una divertida presentación, pese a tratarse de un diccionario.