MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La actividad manufacturera de Estados Unidos se contrajo en noviembre al situarse en los 49,4 puntos desde los 50 anteriores, pero la moderación los precios de los insumos fue «notable», según el índice de gerentes de compras (PMI) manufacturero elaborado por S&P Global.
La agencia ha explicado que el dato se adentra en terreno negativo ante la caída de los nuevos pedidos, lo que lastró la actividad. S&P ha recordado que la caída de las ventas condujo a una expansión más lenta de la producción y un nuevo recorte de plantillas, al tiempo que los inventarios siguieron cediendo y la compra de insumos se estancó.
Mientras tanto, los costes de los insumos aumentaron a un ritmo «notablemente más lento». Un menor impacto de las presiones sobre los precios de la energía y los materiales pesó sobre la inflación, con las empresas moderando el traslado a los clientes de dichos costes a los importes finales de venta.
A este descenso contribuyó la sexta caída de los nuevos pedidos durante los últimos siete meses. Los fabricantes señalaron que, aunque de forma «mínima», el descenso de las nuevas ventas se debió a la débil demanda, a la incertidumbre económica y a que los clientes siguieron reduciendo sus existencias.
La disminución del total de nuevos pedidos se centró en el mercado nacional, ya que las exportaciones volvieron a crecer por primera vez desde mayo de 2022 de forma «moderada». La demanda extranjera mejoró, especialmente, en el caso de productos especializados.
Después, el empleo industrial se contrajo por segundo mes consecutivo. El número de trabajadores disminuyó al segundo ritmo más rápido desde junio de 2020 tras recurrir algunas empresas al «desgaste natural» para reducir sus plantillas. Sin embargo, otras empresas registraron despidos al ralentizarse los nuevos pedidos.
No obstante, el descenso del empleo no obstaculizó el esfuerzo de las empresas por hacer frente a los encargos pendientes de entrega a un «ritmo sólido y acelerado».
De cara al futuro, las expectativas empresariales repuntaron desde el mínimo de octubre, pero se mantuvieron por debajo de la media histórica por las malas expectativas para el año próximo.
«Los pedidos solo han aumentado en tres de los últimos 18 meses, reflejo del prolongado periodo de escasa demanda postpandémica vinculada a la reorientación del gasto hacia los servicios», ha explicado el economista jefe en S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson, que ha calificado noviembre de «mes duro» para la industria norteamericana.