El PSOE y el BNG aprobaron esta mañana, de manera inicial, el presupuesto municipal para 2024 que negociaron los pasados meses, dentro de su compromiso para tenerlo validado de manera definitiva el 1 de enero de ese año y cumplir así con un requisito que prevé la legislación pero que no se respeta en A Coruña desde 2015. Ahora empieza un periodo de exposición pública en el que se podrán presentar alegaciones, y luego tendrá que volver a pleno para la aprobación definitiva, para lo que no habrá problemas ya que socialistas y nacionalistas suman mayoría en la corporación. El tercer grupo en el pleno, el PP, que no participó en la negociación, votó en contra, y el debate político se centró en sus críticas al pacto.
El concejal de Economía y portavoz municipal, José Manuel Lage Tuñas, defendió que las cuentas de 2024, que llegan a la cifra récord de 375 millones y 405 contando las empresas municipales, es «claramente expansionista» y destacó la ampliación de gasto en inversiones, que, con un crecimiento de más del 60%, superará los 90 millones. Los presupuestos, prometió, marcarán «un antes y un después». La negociación con el BNG, defendió, fue «dura», pero fue posible «llegar al entendimiento». En parecidos términos se expresó el portavoz nacionalista, Francisco Jorquera, para el que «todas y todas deberíamos felicitarnos» por la buena marcha de las negociaciones y por unos presupuestos, «los más elevados de la historia», con apuestas por la vivienda, medidas sociales como el plan de inclusión y un plan de transporte orientado al fin de la concesión de buses: sobre esta cuestión, defendió la municipalización del servicio, aunque no se compromete explícitamente en el acuerdo con el PSOE.
Pero aunque el portavoz popular, Miguel Lorenzo, dio «la enhorabuena» a los otros dos grupos por preparar los presupuestos para su aprobación con el inicio del año, también los acusó de presentar una «carta a los Reyes Magos» y un «engaño». Entre sus críticas se incluye el aumento de las tasas e impuestos, ya anunciados, pero también que se proyecta añadir más de 48 millones de deuda, que los ingresos previstos «no son reales» y que no hay medidas para «aumentar la transparencia». También criticó las «formas» con respecto a la oposición, a la que, señaló, se le dio documentación con poco tiempo para analizarla, y señaló que aunque se aumenta la inversión el Gobierno local socialista ha dejado sin ejecutar «180 millones» en estos apartados en años pasados, mientras que este año «les faltan por ejecutar 51,5», con lo que dudó que ahora se cumpliesen los compromisos. Lorenzo afirmó que el pacto había «copiado» algunas propuestas populares y criticó el descenso en varias partidas, como la renta social y los fondos para emergencia social (que el acuerdo político de PSOE y BNG contemplaba mantener) o en rehabilitación.
Lage negó que hubiese menos fondos para rehabilitación y afirmó que en cuestiones sociales hay una reconfiguración de los fondos, retirándolos de la renta social municipal al ser menos demandada, pero sostuvo que el conjunto de las partidas de protección social han subido de los algo menos de 36,6 millones de euros del presupuesto de 2022, el último aprobado (este año se prorrogó) a más de 41,4 para el próximo ejercicio. Además, defendió que el Ayuntamiento ha ejecutado este año 40 millones en inversiones, una cifra, señaló, que no tienen precedentes. Tanto Lage como Jorquera defendieron que el Concello tiene margen para endeudarse y criticaron al PP, que anunció que tenía más de 600 propuestas para los presupuestos, que no las enviase al resto de grupos o las hiciesen públicas. Lorenzo indicó que su grupo entiende que primero deben enviarse al Ayuntamiento y anunció que su grupo presentará alegaciones a las cuentas, aunque estas no suelen ser aceptadas.
Peticiones del BNG
Pese a que no hubo ataques mutuos en las intervenciones entre nacionalistas y socialistas, Jorquera sí trasladó varias peticiones al PSOE, entre ellas que el Concello se «esforzase» para promover los enlaces de Alvedro, «poner orden en el Imce» y sus contratos y que Emvsa deje de ser un «cajón de sastre» con múltiples encomiendas.
El nacionalista también reclamó al Concello que reúna la junta de gobierno del Consorcio para la promoción de la música, algo que no ha ocurrido desde inicio de mandato pese a que hay «problemas que es importante resolver», aunque los achacó en parte a la Xunta.