Supe de la publicación de Seis formas de morir en Texas (Anagrama, 2019) de Marina Perezagua por un programa cultural de la radio volviendo del trabajo en el coche. Y me gustó. Y es que, a mí, como ya he comentado en otras ocasiones y a diferencia de a casi todo el mundo, la publicidad de aquello que me interesa me influye. Me gustó el título y también la presentación que se hizo de la novela: el hecho de que un corazón viajara, el tema siempre tan horrendo del comercio de órganos, la mezcla de culturas, en este caso china y estadounidense, los actos de amor que son siempre tan literarios y novelescos y los de venganza, que todavía lo son más. ¡Vamos, un montón de aspectos interesantes! Todo se configuraba para no aburrirse con su lectura. Además, la locutora de radio remarcaba que su autora escribía con profundidad y estilo literario muy culto. Así que, como en tantas ocasiones parecidas, me dije que debía de hacerme con ella y leerla.