Otros 74 españoles han cruzado este martes el paso de Rafá desde Gaza hasta Egipto, informan a este diario fuentes diplomáticas. Están siendo trasladados en estos momentos en un autobús hacia El Cairo, acompañados. Este lunes, otro grupo de 33 hispano-palestinos y siete de sus familiares, la mayoría menores de edad, consiguieron abandonar la Franja, sometida a bombardeos por parte de Israel desde hace cinco semanas. Han muerto más de 11.200 gazatíes en la represalia israelí por la muerte de 1.400 de sus nacionales a manos de Hamás el pasado 7 de octubre.

La intención del Gobierno español es agrupar a los cerca de 200 españoles y sus familiares residentes en Gaza en la capital egipcia, y traerlos de vuelta a la seguridad del territorio español en un avión del Ejército, que ya está preparado. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha comparado esta operación con otras como la de Afganistán o Sudán, y ha asegurado que no pararán hasta que todos estén a salvo.

El proceso de evacuación no está siendo sencillo, porque las listas de personas que pueden abandonar Gaza deben ser aprobadas primero por el Gobierno de Israel y luego por el de Egipto.

Los primeros, a salvo en Egipto

El grupo de los primeros hispano-palestinos evacuados de Gaza a El Cairo agradecieron hoy a España la organización de su salida del enclave a través de Rafá, que conecta con Egipto, y se encuentran aliviados de estar en un lugar seguro.

La hispano-palestina Salsabeel Hamdan, de 28 años, aseguró hoy a EFE desde el hotel en el que se encuentra en la capital egipcia que ha sido «una operación muy organizada y un trabajo de equipo muy bueno» y que la salida de la frontera ha sido «más fácil» que cuando ellos viajaban solos a la Franja.

Salsabeel forma parte del primer grupo de unos 40 palestinos con pasaporte español que salieron ayer de la Franja y que han llegado alrededor de las 05:00 hora local (3:00 GMT) a El Cairo.

Acompañada de su marido e hijo, dijo que está aliviada de haber salido de Gaza aunque todavía tiene muchos seres queridos que se han quedado allí.