El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos (EEUU) se ha disparado y ha crecido a un ritmo del 4,9% en el tercer trimestre del año, según la estimación ‘avance’ publicada este jueves por el Departamento de Comercio del país, en lo que supone un acelerón de la economía estadounidense, tras el crecimiento del 2,1%, registrado en el segundo trimestre. Por su parte, el consenso esperaba que se ubicara en el 4,2%.

En comparación con el segundo trimestre, el aceleración del PIB reflejó aumentos en el gasto de los consumidores, la inversión en inventarios privados y el gasto del Gobierno federal, así como repuntes en las exportaciones y la inversión fija residencial. Estos movimientos fueron compensados ​​en parte por una desaceleración de la inversión fija no residencial y una caída del gasto de los Gobiernos estatales y locales.

El aumento del gasto de los consumidores incluyó alzas tanto en servicios como en bienes. Dentro de los servicios, los principales contribuyentes fueron vivienda y servicios públicos, atención médica, servicios financieros y seguros, y servicios de alimentación y alojamiento. Dentro de los bienes, la subida estuvo impulsada por otros bienes no duraderos (encabezados por los medicamentos recetados), así como bienes recreativos y vehículos.

El aumento de la inversión privada en inventarios reflejó alzas en la manufactura y el comercio minorista, mientras que en lo que respecta a la inversión fija no residencial, la disminución en equipos fue compensada en parte por aumentos en productos y estructuras de propiedad intelectual.

El índice de precios de las compras internas brutas aumentó un 3% en el tercer trimestre, por encima de la subida del 1,4% del segundo trimestre. Además, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) aumentó un 2,9%, mientras que la tasa subyacente registró un incremento del 2,4%, lo que supone una desaceleración desde el 3,7% del periodo anterior.

Los ingresos personales aumentaron en 199.500 millones de dólares en el tercer trimestre, mientras que el ingreso personal disponible aumentó en 95.800 millones de dólares, o un 1,9%. Además, el ahorro personal fue de 776.900 millones de dólares, y la tasa de ahorro personal (ahorro personal como porcentaje del ingreso personal disponible) fue del 3,8%.

Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management, destaca que «los consumidores han sido una fuerza impulsora de la economía estadounidense, lo que ha llevado a su ritmo de crecimiento más sólido desde principios de 2021«.

«Los datos del PIB sirven como recordatorio de la fortaleza subyacente de la economía estadounidense y respaldan la expectativa de que las tasas de interés se mantendrán elevadas durante un período prolongado. Esto es particularmente relevante para los bonos del Tesoro a 10 y 30 años, que han experimentado ventas masivas significativas en las últimas semanas y deberían seguir siendo particularmente sensibles a las expectativas de crecimiento futuro», añade.

Los analistas de Pantheon Macroeconomics consideran que «estos datos no cambiarán la opinión de la Reserva Federal en ningún sentido, dado que hace tiempo que está claro que el crecimiento del PIB general en el tercer trimestre sería sólido, aunque las cifras básicas del PCE son una sorpresa agradable, pero modesta«.

Por su parte, desde Oxford Economics observaron «señales de que el ajuste monetario está pesando sobre el gasto en inversión, por lo que todavía hay razones sólidas para esperar una fuerte desaceleración en los próximos trimestres».

«En general, la solidez de las cifras del tercer trimestre, que sabemos por los datos mensuales que continuaron hasta septiembre, significa que la economía está entrando en el cuarto trimestre con mucho más impulso del que permiten nuestras previsiones actuales. Si bien ahora parece poco probable que se produzca una recesión a finales de año, todavía vemos una fuerte desaceleración del crecimiento, y el endurecimiento adicional de las condiciones financieras en las últimas semanas significa que es probable que esa debilidad se manifieste en mayor medida en la primera mitad de 2024″, agregan.

PETICIONES SEMANALES DE DESEMPLEO

Este jueves se han publicado también las peticiones de desempleo para la semana finalizada el 21 de octubre, que han ascendido hasta las 210.000, desde las 200.000 del periodo anterior, según los datos del Departamento de Trabajo estadounidense. El consenso esperaba un aumento menor, hasta las 208.000 solicitudes.

La tasa de desempleo fue del 1,2%, sin cambios desde la semana anterior, y la cifra de trabajadores desempleados ascendió hasta los 1.790.000, lo que supone un incremento de 63.000 con respecto a la semana anterior.

Las tasas de desempleo más altas se registraron en Hawaii (2,2%), California (2,0%), Nueva Jersey (2,0%), Puerto Rico (1,8%), Massachusetts (1,5%), Nueva York (1,5%), Rhode Island (1,5%), Washington (1,5%), Nevada (1,4%) y Oregón (1,4%).

Los mayores aumentos en las solicitudes iniciales se produjeron en Tennessee (+1.111), Kentucky (+374), Virginia (+277), Wisconsin (+90) y Carolina del Norte (+22), mientras que las mayores disminuciones tuvieron lugar en Texas (-3.108), California (-2.050), Nueva York (-1.990), Nueva Jersey (-1.460) y Georgia (-1.023).

En Oxford Economics esperan «un crecimiento del empleo más lento y algunas pérdidas modestas de empleo a principios de 2024, aunque dado el sólido desempeño de la economía en el tercer trimestre, el riesgo puede ser que se produzcan más adelante en el año, lo que retrasará el primer recorte de tasas hasta la segunda mitad de 2024″.

«Nuestra previsión actual es que no habrá más subidas de tipos y creemos que una subida en la reunión de la próxima semana es especialmente improbable. La Reserva Federal necesitará ver un mayor suavizamiento de las condiciones del mercado laboral para convencerse de que la inflación está en un camino sostenible de regreso al 2% antes de embarcarse en recortes de tasas», destacan.