«Ver o no ver» no tiene dilema en personas que no están ciegas. Se arregla con la decisión consciente de mirar o no mirar. No miras, no ves. Viene esta obviedad al caso de la triste historia del chico que no pudo coger el tren de vuelta a casa y murió electrocutado por la catenaria en lo alto de un vagón. Un equipo de TVE encontró su cadáver cuando estaba en directo y unas horas y una catarata de quejas en las redes sociales después, pidió disculpas por emitirlo.