Birkenstock, la famosa marca alemana de sandalias que casi tiene todo el mundo (originales o de imitación), tendrá un valor de hasta 9.200 millones de euros (9.700 millones de dólares) cuando cotice en el mercado de valores este mes.
Alrededor de 32,2 millones de acciones ordinarias se colocarán en la Bolsa de Nueva York en una oferta pública inicial. El lunes, la compañía fijó el precio de sus acciones entre 44 y 49 dólares cada una, lo que podría hacer que la compañía recaudara hasta 1.580 millones de dólares.
La marca Birkenstock nació en Alemania en 1774, aunque fue en la década de 1960, cuando triunfaba el moviemto hippy, cuando se popularizó a nivel mundial gracias a su estilo simple y su enfoque en la comodidad y la salud del pie.
Desde la última década viene experimentando un resurgimiento, sobre todo desde que hace un par se han convertido en las favoritas entre las celebridades e influencers. Son superfans y las lucen hasta con calcetines blancos Kendall Jenner, Gigi Hadid o Sienna Miller y David Beckham. El año pasado, por ejemplo, fueron uno de los artículos de moda más comprados en el Reino Unido, y son muchas las marcas las que se han lanzado a copiar las bondades de este calzado revolucionario y reconocible por su contorneada suela hecha de corcho, que se adapta a la forma del pie de quien la usa.
La mujer real del siglo XXI
Además, el éxito de la película ‘Barbie‘, que se estrenó el pasado verano, han convertido las Birkenstock en un calzado feminista, el que representa a la mujer real del siglo XXI.
En una de las escenas se ve a Margot Robbie y la Barbie rarita, que le da a elegir entre sus tacones de siempre o el modelo ‘Arizona’ (el de dos tiras con hebillas) en color marrón, con diseño ergonómico y súper cómodo que la harán olvidar el sufrimiento que conllevan los clásicos tacones.
Aunque no todas las estilistas ensalzan la belleza de los modelos de esta marca, hay quorum en su popularidad global. Hace veinte años jamás se habrían atrevido a pronosticar que una sandalia como esta pudiese ser el calzado con el que fantasearían las mujeres en el siglo XXI… e incluso la propia Barbie (que siempre ha andado de puntillas).
En una de las escenas finales, las Birkenstock vuelven a aparecer, esta vez, en color rosa. Las ventas se dispararon exponencialmente.
Tanto, que el fabricante alemán ha decidido salir a Bolsa (tendrá lugar el 11 de octubre, según informes de la industria). Es todo un hito para la empresa fundada en 1774 para fabricar zapatos ortopédicos. En 1897, Konrad Birkenstock había fabricado la primera suela flexible que se adaptaba al contorno del pie.
En manos de Bernard Arnault
La empresa permaneció en manos de la familia fundadora hasta 2021, cuando vendió una participación mayoritaria al grupo de capital privado L Catterton y al fondo familiar del magnate del lujo francés Bernard Arnault.
Pero las sandalias, con sus tiras anchas y suelas de corcho y látex, habían comenzado a ganar reconocimiento internacional mucho antes.
De antimoda a super de moda
Traídas a EEUU en la década de 1960, las sandalias fueron rápidamente adoptadas por los ‘hippies’, que optaron por su comodidad sencilla y reivindicaron su aspecto utilitario como una insignia antimoda.
Pero fue cuando la supermodelo Kate Moss las usó para una sesión fotográfica de moda en la década de 1990 que las sandalias se convirtieron en calzado estándar para las celebridades.
Versiones famosas
Marcas desde Paco Rabanne y Valentino hasta Celine han personalizado sus versiones de Birkenstocks, incluso colocándolas en las pasarelas.
La actriz Frances McDormand subió al escenario de los Oscar en febrero de 2019 con un par amarillo, reivindicando la idea de que el calzado no tiene por qué ser doloroso para ser glamoroso.
En nueve meses anteriores al 30 de junio de este año, Birkenstock registró ingresos de 1.110 millones de euros (1.170 millones de dólares), un 21% más que en el mismo períiodo del año anterior. El beneficio neto de los nueve meses fue de 129,1 millones de euros, un 20% menos que los 103,3 millones de euros de hace un año.
Mientras que otras empresas han trasladado la producción a lugares donde la mano de obra es generalmente más barata, como Asia, Birkenstock dice que el 95% de sus productos se ensamblan en Alemania.
Con sede en la ciudad occidental de Linz am Rhein, la empresa cuenta con varias plantas de fabricación en el país y alrededor de 6.200 empleados en todo el mundo.
Birkenstock, que cotizará sus acciones en la Bolsa de Nueva York bajo el símbolo BIRK, acaba de anunciar el nombramiento de Alexandre Arnault, hijo del multimillonario presidente de LVMH, Bernard Arnault, para su consejo de administración.