Un mes después del crimen de Porreres, que tuvo lugar en la mañana del día 24 de febrero del año 2018, la jueza de Manacor organizó una reconstrucción en el mismo escenario donde murió de un disparo uno de los ladrones que entró a robar en el domicilio. El gran protagonista de dicha prueba anticipada fue Pau Rigo, el ancino que disparó y mató al delincuente, y Freddy Escobar, el hermano de Mauricio, el joven que murió desangrado, quien también participó en el asalto.

La reconstrucción se realizó en el salón del domicilio de Porreres, que fue el lugar clave, ya que allí fue desde donde se realizó el disparo mortal. Además de la jueza y la fiscal, estuvieron presentes la Guardia Civil y los abogados. Pau Rigo, que hacía poco que había salido del hospital, mantuvo la misma versión que después sostuvo en el juicio: “Me defendí porque pensé que me mataban”.

En la grabación que se realizó sobre la reconstrucción Rigo recordó que “a mi mujer la estaban zarandeando en la habitación y le exigían que les entregara sus joyas”. El anciano se mostró muy afectado por lo ocurrido y tuvo que narrar los hechos sentado, ya que a veces le fallaban las piernas. “Venían a por el dinero y les pareció poco lo que encontraron en la caja fuerte. Pero yo no tenía más dinero”. Con ciertas dificultades para expresarse en castellano, el hombre recordó el atraco que sufrió tres meses antes, en el que le apuntaron con una pistola y lo dejaron encerrado en una habitación. Los golpes previos que le propinaron los delincuentes para que les diera más dinero, le recordó el mal momento que había pasado y temía que esta vez podía morir. “La cosa se puso muy mal. Al ver cómo estaba mi mujer y cómo estaba yo, en un momento de despiste cogí la escopeta”. Los hechos fueron muy rápidos. “Uno de ellos subía de la escalera y el otro bajaba. Pensé que saldrían de la casa con el dinero, pero uno de ellos vino hacia mí. Le dije que se fuera, pero en vez de irse, me embistió”.

La reconstrucción se realizó utilizando la misma escopeta con la que mató al delincuente. Repitió la posición con la que agarró el arma y apuntó hacia la escalera, que es donde estaban los dos hermanos. En ese momento Rigo no llevaba las gafas, porque según él se las habían arrebatado en los golpes previos que le habían propinado los dos asaltantes. “No se dónde le di, ni si le di. Cuando iban a golpearme con la barra de hierro disparé”. La distancia no era de más de dos metros. El hombre defendió la versión de que fue un acto reflejo para salvar su vida. “Me vi perdido, disparé para defenderme porque pensé que me matarían”, aseguró con firmeza.

Durante la escenificación del crimen Rigo insistió varias veces en que se trató de un acto en defensa propia. “Pensé que estos dos nos matarían, porque creían que había mucho más dinero en casa. Yo no tenía nada más, pero ellos sabían que había vendido mi empresa y que tendría mucho más dinero”.

El anciano de Porreres mantuvo que antes de disparar advirtió a los dos ladrones que se fueran, a la vez que les apuntaba con la escopeta. Sin embargo, según narró, uno de los ladrones se abalanzó contra él armado con una barra de hierro. “Si se hubieran ido no habría disparado y no habría pasado nada. Si hubiese tenido la intención de disparar, habría matado a los dos”, insistió.




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La reconstrucción del crimen de Porreres, en imágenes

Toda la escena del crimen se produce en un espacio relativamente pequeño. Se trata del salón principal de la casa, que está situada frente a la habitación donde, según el anciano, los ladrones habían estado amenazando a su mujer. Rigo aseguró entre lágrimas que en lo último que pensó en aquel momento era el dinero que le estaban robando. “Por 15.000 euros no mato a nadie. Yo tenía la idea de que los ladrones eran los mismos que la otra vez. Me colocaron una pistola en la cabeza y me dijeron que eran de la banda del diablo”. En el momento previo al disparo Rigo detalló que estaba convencido de que los dos asaltantes se asustarían al ver la escopeta y saldrían por la puerta. “Les di la oportunidad de irse y no lo hicieron. Uno de ellos se abalanzó sobre mí y en ese momento fue cuando disparé”.

Si bien el anciano recordó con mucho detalle la escena previa al disparo, afirmando que los asaltantes le golpearon, después se mostró mucho más confuso al explicar los hechos que se produjeron a continuación. “El otro (ladrón) empezó a golpearme y quiso quitarme la escopeta. Yo intenté evitarlo, pero se apoderó del arma. Después de los golpes ya no se lo que pasó porque perdí el conocimiento”, señaló en la reconstrucción. El hombre, que se mostró muy apenado por lo ocurrido, aunque defendiendo desde el principio y hasta el final que actuó en legítima defensa, aseguró que “diré la verdad cada vez”.

La versión que explicó durante esta prueba anticipada fue la misma que años después declaró en el juicio ante el jurado popular. Sin embargo, su versión fue rechazada por el jurado, que le declaró culpable de homicidio, con la eximente incompleta de legítima defensa. Rigo esta pendiente de conocer si el juicio en que fue condenado tendrá que repetirse de otra vez, con otro magistrado y con otro jurado.