Merdan decidió auto inculparse como asesino de Serdar cuando en realidad él no lo hizo. Estuvo en la escena del crimen, pero fue Parla la autora. Decidió asumir la culpa porque a él le queda poco tiempo de vida y en cambio, la joven Erguvan se encuentra en la flor de la vida.

Así creía que se cerraría el caso, pero nada más lejos de la realidad. Ilgaz recibió un mensaje en su móvil que le advertía que Parla era la responsable del crimen y fue a buscarla para detenerla.

La joven estuvo a punto de entregarse a la policía cuando descubrió que Merdan se sacrificaba por ella… ¡se sentía culpable!, pero Çinar lo evitó. Después, planeó un plan de huida gracias a la ayuda de Ceylin, pero Ilgaz lo impidió justo cuando estaba a punto de abandonar el país.

Tras su detención, Ilgaz va a visitar a Merdan que se encuentra en la cárcel hasta que se haya resuelto todo. Allí, el fiscal se rinde ante su abuelo y le pide que le perdone por haber sido tan duro con él: “Sé que lo hiciste por defender a una chica”.

Merdan le dice que lo hizo con gusto y que le agradece que le hayan aceptado, de nuevo, en su familia y que le entienda: “Ahora ya puedo morir en paz”.

¡Menudo momentazo entre abuelo y nieto!